¿Qué sería de Se Llama Copla sin Juliana López? Seguiría siendo el mismo programa, pero se echaría en falta algo muy importante:

Juliana es nuestra maestra de ceremonias, esa persona a la que estamos esperando todos los sábados para que aparezca en pantalla, siempre acompañada de su sonrisa, su vitalidad y su desparpajo. Nadie mejor que ella para “calmar” las ganas de Copla y para ir haciendo cuerpo para la Gala semana tras semana, con una alegría que contagia al publico allí presente y a los que estamos en casa, con una simpatía tan poco forzada que no llega a chirriar, con una sonrisa que es su principal seña de identidad. Rara es la vez que Juliana no sonríe, ella solo trae buenas noticias, ya que al comienzo de la Gala no hay tanta tensión, y gracias a su trabajo, el avance especial pasa de mero resumen a una parte más del programa tan esperada como las actuaciones pues, como en esta vida, las cosas buenas si viene precedidas de un buen adelanto, mejor.

Nuestra Juliana es como los canapés en las bodas: en pequeñas dosis, con un papel secundario en el menú pero siempre son los mas ansiados y esperados por todos. Es ella la que nos acerca a los concursantes, la que se va a hablar con el público, la que coge el micrófono y no tiene miedo a preguntar nada, la que da paso a Eva cuando todos los espectadores nos hemos “situado” y ya estamos dispuestos para ver a los concursantes cantar.

En pocas palabras, Juliana (¡y su sonrisa!) son una parte más de Se Llama Copla y, cuando no está, (como pasó hace 2 semanas, aunque fue por una causa mayor) se le echa de menos.

Foto: Juliana Lopez Fans.