Su relación con el mundo de la moda flamenca es la de idas y venidas, la de equilibrar lo que realmente quiere hacer con aquello que le podría funcionar sin salirse mucho de su discurso propio. Luis Fernández es de los diseñadores que este año ha subido a la pasarela lo que a él le gusta de verdad, sin dobleces y casi sin trajes hechos por y para vender si el peaje a pagar es el de «hacer cosas comerciales». Quizá porque ‘Preludio‘ es un hasta luego a SIMOF o quizá porque los años dan experiencia para tener las ideas muy claras. Lo que si es cierto es que el diseñador ha recuperado su mejor versión y la flamenca donde se le ve a gusto, donde se nota que no fuerza nada, y todo fluye en su trabajo con delicadeza, con respeto al traje regional y con un sentido de la moda y del buen gusto que, por suerte, no se puede copiar. Y así se comprueba en este ‘Preludio’:

Homenaje a la Costura. Vaya por delante que la alta costura en moda flamenca NO existe porque ningún diseñador del sector de los volantes tiene su atelier en París o no cumple el resto de requisitos considerados como tal. Si hay quienes pueden acercarse porque su trabajo a nivel técnico es de una gran excelencia. Y todo lo que sale del taller de Fernández así lo cumple. No hace falta saber mucho de agujas o dedales para darse cuenta. La armonía de un patrón en su sitio, de una manga perfectamente colocada, de un escote encajado, de un cuerpo sin arrugas o de unos acabados limpios se ven a simple vista y en ‘Preludio’ cuesta trabajo encontrar algo que no cumpla esos caracteres.

Conjunto inspirado por los Grandes de la moda. Hacer una colección de flamenca deudora del gusto por el tul y los volantes de Giambattista Valli, las siluetas y escotes de Zac Posen o los desfiles de corte naturalista y con paisajismo de Chanel son tres ingredientes que se han podido ver pero que hasta este ‘Preludio’ lo hacían de manera muy secundaria. Estoy seguro de que esta idea ha rondado a muchos en su cabeza, e incluso se han aproximado, pero al final la mayoría optó por mezclarlo con otras ideas. Aquí estas tres líneas maestras van de la mano y van conduciendo a Luis Fernández por una propuesta donde cada traje viste a la flamenca con la magnificencia y la ostentosidad bien entendida.

A ello se une tanto la elección de texturas como de colores: tules, brocados, plisados o tramas en 3D se asientan sobre el gris, el negro, el rosa o el celeste, haciendo una evolución gradual donde incluso hay sitio para los lunares y en el que se invita a hacer una lectura relajada de cada detalle, de leer entre líneas por qué cada diseño van en ese color o en este tejido. ¿Se impacta? Si, pero no se ha buscado el aplauso fácil.

Largo midi, escotes y mangas. Si unimos los cuatro trajes que van con la falda en largo midi encontramos todas las claves de ‘Preludio’: además de sentarle muy bien este patrón a las flamencas de Luis, también vemos los colores, los tejidos, los escotes marcados y los volantes al hombro que definen la propuesta tanto a nivel formal como de estilo.

La conexión con Serendipia y con el Luis Fernández más genuino. Además del buen trabajo y del buen gusto mostrado en cinco años, si algo le acompañaba a Luis Fernández era que su flamenca no terminaba de cerrarse en un estilo determinando, alternando dos perfiles o caminos en los que se intentaba atraer a posible clientela o seguidoras (casos de ‘Carmen’ o ‘Flamencool’) frente a otra línea donde indudablemente se le ha visto más cómodo (eso se nota en un desfile) y se ha podido comprobar qué era lo que quería llevar a la pasarela y a los volantes. De ahí que ‘Serendipia’ y este ‘Preludio’ sean dos más que brillantes propuestas donde se ve al Luis Fernández que deberíamos recordar.

Un principio que dice hacia donde va y un final que agradece de donde viene. ‘Preludio’ es la última colección que, de momento, veremos de Luis Fernández en SIMOF. El diseñador anunciaba antes del desfile que este era su adiós porque quiere centrarse en las novias y en las invitadas. La colección, como tal, es una forma de unir su pasado y su futuro: hay mucha moda flamenca, pero también un arsenal de ideas para las clientas que no pisarán el albero. Y es de agradecer que esta despedida no haya desvariado y nos haya puesto, por encima de todo, a la flamenca en su mejor versión. Porque el público quiere moda flamenca cuando va a SIMOF. Fernández lo sabe y por ello abrió el desfile con una novia y lo cerró con una gran bata de cola. Comienza por su nuevo principio y termina dando las gracias a los volantes. Y nosotros siempre se las daremos a él.

Nuestra selección: nos quedamos con el negro y el rosa, ambos en largo midi o el rosa con escote en palabra de honor.

Puedes seguir al diseñador por instagram.

.