Para bien o para mal hay titulares que resumen muy a su pesar lo que pretenden, y este es uno de los casos. La semana pasada estuvimos en la séptima edición de Úniqo Qlamenco, el desfile con el que la asociación de diseñadores comandados por Pedro González adelanta o nos da una pincelada de lo que será la temporada flamenca que está por comenzar, siendo un abrir de boca real y que, a menos de un mes de empezar las pasarelas, es un reflejo de lo que con toda seguridad vamos a encontrarnos.
Sin más rodeos: la temporada flamenca 2025 no va a pasar a la historia de los volantes, no va a ser novedosa, no va a traer nuevas tendencias ni va a poner sobre la pasarela ideas frescas. Y todo eso se vio en Qlamenco: la novedad brilló por su ausencia, y en el sector lo único que parece haber es conformidad. Conformidad por ser continuista, por no ser innovadores y por repetir aquello que funciona o que se les da bien a las firmas.
Dejando a un lado 2022 por ser la temporada del regreso, 2023 y 2024 se han caracterizado por ser años con pocas colecciones que realmente vayamos a recordar por lo que aportaron. Hubo trajes bonitos, hubo puestas en escena entretenidas y hubo estilismos que, efectivamente, funcionaban tanto para vídeo como para foto, pero la moda flamenca al subirse a la pasarela tiene que ser algo más, debe traer ese factor diferenciador que atraiga y que sea sinónimo de vanguardia. Bajo esa premisa vamos camino de una tercera temporada consecutiva donde todo seguirá igual.
Ahora bien, que todo vaya a seguir igual no es sinónimo de catástrofe: habrá colecciones buenas, habrá trajes de ensueño y tendremos buenas impresiones. La cuestión es si vamos a pasar de ahí, tal como ocurrió en este desfile. Yendo uno por uno, hubo volantes que los veías venir y te llamaban la atención, las modelos estaban guapas y el contexto de la Casa Fabiola hacía un gran marco. A nivel gráfico todo estaba en su sitio, a nivel Moda surgían las dudas.
¿Era bonito? Si. ¿Ideales para Feria? También. ¿Cumplen con su función? Obviamente. ¿Novedades? Depende de lo que se entienda por Novedad y de la cultura/memoria visual de cada uno.
De todas formas, dos pequeños recordatorios. Uno: los desfiles adelanto de temporada en flamenca muchas veces son traicioneros, porque muchas firmas optan por un traje discreto, otras cogen algo que no tenga nada que ver con su colección y algunas juegan a experimentar sin saber muy bien qué pretenden. Vista luego la colección completa todo puede cambiar (ojalá…). Y dos: hemos hablado de previsiones a través de un desfile en particular que ha sido el primero y que ha visibilizado una sensación ya palpable a lo largo de este 2024 (si se ha leído entre líneas lo que ha dado de sí el año), pero el síntoma es más bien general y aplicable a una amplia mayoría del sector de la moda flamenca, siendo esa mayoría la que aún no ha mostrado ni una de sus bazas para los próximos meses, aunque la sensación es la que es.
Por tanto aprovechemos que la bajada de temperaturas ha llegado para enfriar las previsiones sobre los volantes de 2025 y esperar a ver que llega.