Sin prisas pero con las ideas claras: en algo más de cinco años José Galváñ ha ido posicionando su flamenca en un sector que está viviendo una renovación, pero en la que también hay diseñadores que beben muchísimo del folclore y del flamenco puro para crear sus volantes. Es el caso de un Galváñ que viene este 2020 a hacer una flamenca que se gusta a sí misma, que hace gala del estilo de su autor y recupera algunas ideas que ya le vimos anteriormente tras el parentesis conceptual que supuso su colección inspirada en Torremolinos. Tan suya es la colección que ya el nombre lo dice: «I’m».

‘Así soy, sin más’. 2020 pasará por una de las temporadas más reivindicativas por parte de los diseñadores y especialmente a la hora de presentarse ante el público. No estamos ante la temporada más creativa pero sí hemos visto colecciones muy buenas que han destacado por ser la expresión más fiel de lo que cada diseñador quiere traernos en moda flamenca. Y José Galváñ así lo ha hecho: todas y cada una de las ideas que a él más le gustan y siempre han aparecido (en mayor o menor medida) en sus desfiles, aquí explotan y se llevan todo el protagonismo. ¿Qué es José Galváñ? Pues vean esta colección.

Ahora sí, el alma habló. Cuando hicimos el post de su colección de 2018, señalábamos que en él se veía una buena colección en la que sí se intuía cuál era el verdadero estilo Galváñ. Aparecía de manera secundaria, reclamando quizá su sitio, un espacio que ‘I’m’ le da: las combinaciones de color muy contrastadas, las tonalidades vivas, la presencia del negro, los lunares con personalidad, los pasacintas, los lazos y los tejidos vaporosos combinados con popelines es todo lo que hace falta para formar una flamenca muy genuina y que se crece en pasarela.

Lo clásico también es diferente. Ya sea en la primera parte de la colección, donde predomina el colorido claro, o en la segunda donde rojos y negros ganan en peso, ‘I’m’ se basa en diseños que son muy flamencos y muy clásicos, pero con ideas suficientes para verse como diferentes o renovadas. Es decir, ha habido trabajo, ha habido intención de meter alguna manga, corte o escote diferente pero que mantenga una línea donde la flamencura siempre es lo que prima.

Rojo y Negro: el flamenco siempre brota. Como si de una evolución se tratara, el desfile comenzaba en blanco estricto y cerraba completamente en negro rojo. Un inicio que mostraba hacia donde iba y un final que recogía esa inspiración y esa pasión por el flamenco que siempre acompaña a Galváñ y que remataba un ramillete de 20 trajes que, os podemos decir, hablan mucho y muy bien de quién los ha firmado.

Nuestra selección: flores estampadas en naranja combinadas con lunar amarillo, fondo fucsia con pasacinta verdes o lunares clásicos con estampado floral y cortes rectos.

Puedes seguir al diseñador por instagram.

.