Decía Pive Amador que cuando Canal Sur les encargó que creasen lo que después sería Se Llama Copla, les pidieron que acercasen el género a la juventud, que hiciesen que dejase de ser un género para personas mayores, para gente tradicional y que se despojase de las connotaciones negativas que la dictadura franquista creó sobre la Copla.

Pues bien, llevamos cuatro ediciones en las que todo eso se ha logrado: la gente joven conoce y le gusta la Copla, y es un publico juvenil de todas las clases y todos los colores. Objetivo Cumplido.

¿Qué ha fallado ahora? Pues que en la cadena amiga han decidido tirar por tierra todo eso: este año en Gran Hermano tenemos a un chaval, algo repelente, al que apodan el «coplas» por estar todo el tiempo haciendo como que canta. Hasta ahí nada raro. Lo que pasa es que el «coplas» es: coplero, seminarista y de las nuevas generaciones del PP, vamos, que es un tópico con patas (hablando mal).

El chico en cuestión procede de Castilla La Mancha y puede que sea un no-concursante de A Tu Vera que va a Gran Hermano a pegar el cantazo (nunca peor dicho) y a engordar ese lastre que tiene la canción española como genero rancio, antiguo y cateto. O lo que es lo mismo: todo el trabajo de Canal Sur tirado por tierra.

Y este topicazo no es el único que se han marcado este año: aparte de meter a un coplero rancio, han metido a una medio gitana que trabajaba de vendedora ambulante en el mercadillo, a alguna rubia tonta y algún musculitos con nada de cerebro. Para que después digan que Gran Hermano no es reflejo de la Sociedad.

Sinceramente, el «coplas» tiene poco de coplero y mucho de personaje y hace un flaco favor a los intentos de Se Llama Copla y A Tu Vera por acercar el género a todos. Es una pena, y eso que un servidor es fiel seguidor de Gran Hermano, pero en esto, como en otras cosas, han metido la pata.