El día que echó el cierre de SIMOF volvió a ser ese epílogo en el que las flamencas andaluzas forman esa suerte de esperanto en forma de volantes. Y bien que nos parece: la mirada sevillana siempre ha dividido los trajes entre clásicos o comerciales, pensando que aquello que no sea para la Feria de Abril no es clásico.
Pero hay una flamenca clásica que no estará en Sevilla, sino en otras provincias. Por ejemplo la cordobesa, que se vistió en este día de Francisco Tamaral, siente predilección por el volumen, por las faldas generosas y por el uso arriesgado de color. La de Teressa Ninú es pura sensualidad costasoleña. Atelier Rima y Leticia Lorenzo dibujan a su manera esos volantes que se pasean por Huelva entre romerías, cruces y Ferias. Eso sí, volviendo a Sevilla, no se puede olvidar la estampa de toda la vida de Yolanda Leflet, el colorido de Miriam Galvín o las tendencias anotadas en los trajes de la firma De Lunares y Volantes. De todos esos localismos, y esto me lo van a permitir, me quedo con uno en especial: con la Lebrija blanca y celeste de Ernesto Sillero, con ese abstracción del paso de la Hermandad de la Vera Cruz por el barrionuevo y por ese sentir de un pueblo, el mío, que ya se merecía que uno de sus diseñadores lo subiese de nuevo a la pasarela.
El cierre de SIMOF 2018 llegaría, eso sí, con la declaración de intenciones de Qlamenco, una nueva asociación que pretende poner la moda flamenca en su sitio y que se arriesgó desde el primer momento, montando un carrusel final con trajes amarillos (ese color al que tantas folclóricas temían). Con las imágenes de las colecciones que vimos en ese último día os dejamos hoy:
Yolanda Moda Flamenca, ‘Flamencas en el tiempo’.
Atelier Rima, ‘Rapsodia’.
De Lunares y Volantes, ‘Detalles de vivir’.
Teressa Ninú, ‘Sueño Real’.
Ernesto Sillero, ‘Judas’.
Miriam Galvín, ‘Levante’.
Leticia Lorenzo, ‘Origen’.
Francisco Tamaral, ‘Caleidoscopio’.
Qlamenco, ‘Icónico Flamenco’.