SIMOF 2018. José Galváñ: Cuando el alma habla

‘Puedo aprender la técnica y bailarlas de manera mecánica, pero nunca tendré el arte de una andaluza bailando sevillanas‘. Son palabras de Amira Sahara, bailarina profesional de la danza del vientre, que vino a referir con esa frase que en ciertos ámbitos artísticos no todo es la frialdad y la perfección de la técnica, también es necesario el calor, la querencia, el sentir desde dentro aquello que tu arte quiere expresar. Razón no le falta: cuando algo nace desde dentro, cuando la expresión viene de lo que hemos aprendido, o ‘Cuando el alma habla’ quizá podamos mostrarnos de manera libre y sin el corsé que, a veces, coarta la expresión artística.

Esa dualidad o mas bien, esa necesidad, de que el arte a veces tenga que responder ante ciertos parametros (técnicos) al mismo tiempo que debe dejarse fluir por la libertad de su creador será un discurso que siempre nos acompañe. José Galváñ bien lo sabe: con el baile se puede hilar una historia, con cada movimiento se está contando algo, pero hasta la más genuina improvisación requiere un poco de preparación, de planificación, de pensar que va antes y que va después. Como decimos muchas veces, nada está ahí por casualidad, y en esta colección ocurre eso: la nueva propuesta del diseñador puede que se presente algo dispersa en su estructura, pero cada una de las veinte salidas está pensada al milímetro, con un patronaje, diseño, trabajo de detalles y estilismo exquisito. Dicho de otra manera: se ha primado la técnica a sabiendas de que el sentir (lease, la flamencura) ya estaría de manera inherente en cada volantes.

Flamencas que buscan en el rojo o en el negro la huella vital de su creador frente a un estallido de color, de formas, de lazos y de estampados que van abriendo la puerta a un estilo que se va definiendo, pero que aún sigue queriendo encontrar ese matiz, ese aire que lo haga único. Una conjunción de ideas donde el diseñador se vuelca en cada traje de manera libre, queriendo hacer en cada uno lo que le ha inspirado en el momento y uniéndolos todos en un desfile en el que sentimiento artístico y flamencura casan a la perfección.

En líneas generales: José Galváñ presenta una colección donde las ideas individuales y los diseños de cada traje superan cualquier idea común y dejan ver una serie de detalles que busca perfilar su estilo propio (y distinguirlo a todas luces del resto de compañeros).

Destacamos: aunque lo vistoso para la mayoría sea el rojo del final, recomendaríamos mirar con lupa las salidas centrales.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje negro de flecos, el dos piezas de camisa abuyonada y falda de lunares o el traje azul de lunares.