Su nombre ha pasado de ser el diseñador fetiche para muchas almonteñas a ser uno de los creadores que, parece, se han incorporado al remozado SIMOF del auditorio de Fibes. Alonso Cozar cuenta con una trayectoria que precisamente comenzó hace trece años en esa misma pasarela y ahora, más asentado y con la clientela consolidada, ha regresado a este espacio donde el gran público está viendo de primera mano como es ese estilo que él mismo introdujo de manera más velada en 2018 y ahora, con una ‘Zingarella‘ muy definida, parece mostrar en todo su esplendor. Así fue la presentación:

Ahora sí: Esto es Alonso Cozar. Cualquier diseñador que haya debutado como profesional en SIMOF o que haya desfilando en esta pasarela tras varios años haciéndolo en otras sabe perfectamente que la primera colección, casi siempre, es para vender y darse a conocer. Por tanto, el estilo personal o las ideas más propias se quedan en el tintero en favor de un concepto más genérico o fácil de digerir. A Alonso Cozar le pasó eso en 2018: su colección era correcta, acorde con su año y mostraba lo que podrían ser sus ideas sin salirse mucho del paso, pero faltaba algo y en Zingarella se ve: desde el primer diseño vemos que ahora sí, estamos ante lo que Cozar quiere subir a la pasarela y la colección, en su conjunto, gana en personalidad y nos permite conocer de verdad al almonteño. Lo que antes se intuía ahora es explícito.

Mujer gitana, mujer zíngara. De igual manera que para el imaginario europeo la mujer racial andaluza funciona como esa ‘Carmen’ en la que siempre inspirarse, la mujer gitana y zíngara de los países del este nos suena a nosotros a ese exotismo que está detrás de esta colección: estampados con aires retro, cortes que hacen de la falda flamenca un atavío más propio de la gitana errante, encajes o detalles que lo refuerzan, mangas húngaras o abullonadas y un estilismo que saber coronar la idea en su justa medida.

El Rocío con el que soñarás. De toda la parte de la colección es inevitable pensar en como brilla el inicio que nos invita justo a la salida, al camino o a la presentación. Una visión personal pero pura de la flamenca rociera, con los aderezos suficientes para dar espectacularidad en pasarela y trasladarlo luego a la Aldea.

Todas las salidas de la primera mitad de ‘Zingarella’ funcionan como un todo y se venden solas sin ser batas ni ser una estampa clásica, son simplemente diseños que son de romería y que, a pesar de su espectacularidad, encajan mejor en el ambiente rural que en una feria.

… Pero no solo del Rocío vive la costura. El cierre de la colección se reserva para una flamenca más de fiesta o más llamativa en la que estampados y lunares se cambian por aplicaciones y bordados florales junto a diseños en colores lisos que buscan llamar la atención de las flamencas de las otras fiestas grandes del Condado: las Cruces. Sean de Rociana, Bonares o La Palma, lo que Alonso encajaría con el estilo de estas flamencas que buscan un aire más festivo o opulento, dejando a un lado otra clase de tejidos o ideas. Se cierra así un desfile que es un canto a su tierra en un año muy especial y en el que se incluye, de manera consciente o no, la esencia flamenca de toda esta zona de Huelva.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje estampado de talle alto y volantitos de lunares, el negro estampado de mangas húngaras o el dos piezas con largo tobillero.

Puedes seguir al diseñador en instagram.
Alonso Cozar tiene su atelier en Almonte, contacto: 616 85 18 59.

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