En la moda flamenca actual hay perfiles de todo tipo, y uno de los más genuinos es el de esos jóvenes que tienen tan claro que quieren dedicarse a los volantes que prefieren ir poco a poco desde fuera (en vez de ir probando en concursos) para luego encontrar el momento de llegar a la pasarela. Una forma de mirar los toros desde la barrera en el que solo se saltará cuando la faena permita abrir la puerta del príncipe. A José Manuel Valencia le ocurre eso: este joven de Rociana del Condado ha moldeado su flamenca a través de sus clientas y de su pueblo, buscando a través de ellas su estilo y la forma con la que darse a conocer una vez que su producto y sus volantes adquiriesen el matiz y sello profesional que exige la flamenca. Así, llegó hace dos años a Viva by WLF y este año se estrenó en We Love Flamenco con una auténtica declaración de intenciones que, esperemos, le lleve a mucho más:

Efectivamente, ‘Muy Yo’. No se le puede decir a Valencia que no haya cumplido con lo que prometía. Su propuesta para el 2020 lo define a la perfección y presenta su estilo de manera más madurada y con las ideas perfectamente preparadas para salirse de su zona de confort (esto es, la flamenca que gusta en el Condado de Huelva) y llegar a un público más amplio. A José Manuel le encanta el volumen con texturas, pequeños volantitos, encajes, tules, pequeños destellos de barroquismo y colores lisos. Y todo eso lo tenemos aquí.

Se nota el cambio de pasarela. No pasa de novel a profesional, pero sí de Viva a WLF a We Love Flamenco, además lo hizo a la tarde del domingo. El nivel y la exigencia cambia. Él lo sabía y para ello presentó una propuesta bastante estructurada, con los grupos cuadrados, la evolución de color bien planteada e incluso el propio estilo del autor ya refinado y matizado, llegando a neutralizar de manera muy acertada aquello que pueda inducir a lo cateto y resultando una flamenca más que elegante.

Liso o Lunar. Todo o nada. Dejando a un lado la presencia testimonial de los estampados, la colección es un mano a mano entre trajes lisos con una tonalidad de color muy potente (a destacar el turquesa o el rojo) frente a unas propuestas de lunares negros pequeños que dan una variante clásica junto a otros más grandes en diseños pensados en esa flamenca más estilosa. Una alternancia en la que finalmente parecen ganar los lisos ya que es ahí donde parece que Jose Manuel prefiere mostrarnos a sus flamencas.

Es el principio de una continuación que puede ir a más. A José Manuel lo vamos a ver mucho en pasarelas de flamenca. Su caso, salvando las distancias, recuerda al de Javier García: un joven diseñador que llega a una pasarela sin experiencia en concursos de nóveles, con una flamenca clásica pero que presenta matices bastante reconocibles (o personalizables) y un proyecto sólido (bien armao en cuanto a costura o patrón) de futuro que sabe encajarse directamente entre los de las firmas ya consolidadas. A lo mejor su colección nunca será la más creativa ni la más efectista, pero sí será la de alguien que sabe y quiere hacer moda flamenca, y esos desfiles son igual de necesarios en las pasarelas. Porque sí, el público y la prensa queremos ver volantes y flamencas.

Nuestra selección: el turquesa con detalles de tul de encaje blanco, el malva de lunares negros o el gris también con lunares negros.

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