Haciendo un símil con el lenguaje que la pandemia nos está dejando: a la moda flamenca había que tomarle la temperatura. Había que coger el termómetro que conforman los bocetos, los patrones y los hilos de coser y ver cuál era y es realmente el estado de un sector económico que a su vez es una profesión ligada irremediablemente a la mente de sus creadores y, por ende, a su estado de ánimo. Un estado de ánimo que, como cualquiera sabe, está por los suelos.
La moda flamenca quizá no se esté muriendo, pero sí está en un coma del que no va a ser fácil despertarse. Tal como decía un diseñador: «sin la motivación de que sabes que ahí estará la clienta para comprarte, es difícil ponerte a hacer nada«. Y así es: ahora mismo el número de mujeres dispuestas a comprarse un traje de flamenca es inexistente porque no hay fecha para estrenarlo a la vista. No hay ventas pero, al menos, si hay apoyo, preocupación y, diríamos, sensibilidad y solidaridad.
Casi un año después hemos asumido que tenemos que echarnos a un lado y esperar mientras las redes sociales no descansan y sirven para dejar más o menos claro quién está dispuesto a pelear por sus volantes o quién se va a dejar la piel por regresar cuando así sea. En ese contexto estaría el desfile Úniqo Qlamenco celebrado la semana pasada. Siguiendo una máxima que se le ha podido oír a Pedro González más de una vez (mejor poco y bien hecho que mucho y de relleno), la asociación Qlamenco reivindicaba tanto su razón de ser como el compromiso absoluto adquirido con el traje y la moda flamenca. No era un adelanto de colecciones ni falta que hacía, sencillamente la mayoría de diseñadores que componen esta asociación llegó el pasado jueves a la céntrica y sevillanísima Casa Fabiola con una muestra de su trabajo que, como decíamos al principio, servía para tomar la temperatura a una muestra del sector.
Y es que en 16 trajes de flamenca o 16 diseños ‘úniqos’ pudimos ver quién no ha perdido su saber hacer, quién tiene ganas de hacer cosas diferentes, quién quiere volver cuanto antes, quién sentía la necesidad real de sentarse en una máquina de coser o quien, probablemente, no tenga la cabeza ahora lo bastante centrada en los volantes y simplemente se dedicara a cumplir con la causa. Obviamente son los estados de ánimo y las circunstancias de cada uno lo que está detrás de cada volante que vimos recorrer las estancias de esa casa costumbrista, haciendo de hecho una radiografía del sentir que hay ahora mismo en el sector e, incluso, dejando claro cómo serán algunos regresos, porque este Úniqo Qlamenco no fue una sucesión de negros o de patrones que jugaran a recrearse en la tristeza del momento. Más bien la fuerza de los colores empleados por casi todas las firmas, el abandono de muchos estilos propios en favor de ideas innovadoras o la sensación de que alguien ha decidido elevar de categoría lo que ya sabe hacer nos hacen pensar que, cuando todo esto vuelva, lo que guiará a la primera flamenca postcovid es la necesidad vital de sus diseñadores de expresar alegría, pasión por lo nuestro y esperanza. A lo que añadimos: el quitarle la mascarilla al traje de flamenca, porque menuda sensación más anacrónica la de mezclar ambas piezas en un mismo conjunto.
Con este desfile, y salvo sorpresa mayúscula, podríamos decir que pudimos vivir lo que sería la moda flamenca del 2021 entendiendo como tal el único desfile donde los trajes han sido completamente nuevos, contando los diseñadores además con el patrocinio de Flamentex (entre otros) para hacer más llevadera la producción del desfile. Puede, como ya hemos dicho, que no todos le pusieran las mismas ganas, pero el ver a modelos veteranas ocupando su lugar o a compañeros de prensa deseando colocarse en su sitio no hacía más que confirmar que la vinculación emocional que seguimos teniendo con la moda flamenca es lo que mantiene vivo a un sector que, repetimos, (aún) no está muerto… solo está esperando su momento.
Juan Manolo
Adelina Infante
Ana Morón
Antonio Gutiérrez
Atelier Rima
Carmen Latorre
De Lunares y Volantes
Fina Estampa Complementos
Francisco Tamaral
Gil Ortiz
Javier García
Javier Jiménez
José Galváñ
Mantones Foronda
Luis Fernández
Yolanda Rivas