Tarde de mayo. Calor primaveral casi veraniego. Corre esa brisa que quién lo ha vivido sabe a qué huele, sabe a qué siente. Pero ese sentir es un recuerdo de lo vivido y también de soñar con lo que está por llegar. La Marisma aguarda, la aldea duerme, el tiempo se para y el Rocío anhela una nueva romería, un volver a llenarse de vida, un volver a cantar, recibir con los brazos abiertos y vivir esas 72 horas que a veces se hacen segundos.
Habrá que esperar, es lo que decimos todos, lo que nos queda hasta que se pueda. No habrá romería, pero ganas no faltan, no solo de Camino y de Aldea, también de vestirse con las mejores galas, de arreglarse, de verse y de sentirse especial. La moda flamenca es esa «etiqueta» social que ahora tenemos aparcada, pero no faltan homenajes y recuerdos. Y aquí es donde Rocío Márquez nos quería llevar.
La diseñadora de Rociana, tras presentar el año pasado una colección llena de «acuarelas» ha querido dejarse llevar por sus propios recuerdos y hacer unas pequeñas pinceladas con las que nos trae cómo vestiría el Rocío cuando vuelva: con blancos, con detalles de color, bordados, aplicaciones y ese sentir clásico que no olvida la flamenca y la reviste de esa estampa de toda la vida que nos remite a la aldea. Ella misma dice que se ha puesto a crear nuevos diseños sin ferias o romerías aún en el calendario solo porque le apetecía, porque quería recordar ese trabajo que llena los talleres en la primavera y, de paso, homenajear una romería que a toda aquella persona que se dedica a la moda y es de Huelva siempre es su fuente de inspiración. Y como muestra aquí os dejamos esos diseños desde el lugar en que queremos verlos siempre:
Créditos:
Fotografías: Cayetano Gómez (www.cayecruz.com)
Diseños: Rocío Márquez (puedes seguirla en instagram)
Modelo: Alba Martín.