Empezaron como algo curioso pero han terminado por ser una de las anécdotas principales de la Feria: el calzado deportivo, con las Converse de toda la vida a la cabeza, se han vestido de flamenca, se han montado a caballo y han reclamado su sitio en el albero. Con más o menos acierto, con su gracia o con una capacidad inexistente de cómo montar un estilismo, no han sido pocas las flamencas que han querido renunciar a centímetros de taconazo, ir planas y disfrutar de una Feria a la que se le han acumulado los debates con posturas claramente enfrentadas.
Ahora bien ¿Qué se esconde detrás de esta moda repentina de combinar trajes de flamenca con zapatillas o calzado deportivo? Aquí algunas posibles causas:
- Dos años de pandemia entregadas a looks comfy. Gracias al covid hemos tenido sobredosis de chándal en la industria de la moda, hasta el punto de que casi toda la ropa de diario o para el trabajo estaba hecha para llevar la comodidad al límite. Y una de las cosas que pasa cuando te acostumbras a algo es que luego te cuesta soltarlo. La pandemia nos enseñó que la ropa deportiva es cómoda más allá del gimnasio. Y hay quién no se ha salido de ahí.
- Barra libre en bodas patrocinadas por Converse. Otro de los fenómenos de reciente creación, y que hace años habría irritado a las más puristas, es la de llevarse a una boda un par de zapatillas, Converse blancas o negras a ser posibles, y ponértelas en la barra libre. Tanto ellas como ellos. Una moda que se ha convertido en fiebre gracias a instagram y donde mucho han tenido que ver las influencers: hace años la combinación de deportivas con moda de fiesta era una aberración, pero luego llega la influ-pija de turno y resulta que se acepta. Cierto es que hay que tener algo de arte para combinar y pensar si a tu look le pega eso, pero parece que unas deportivas blancas de diseño sencillo no te van a expulsar del # de invitadas ideales.
- El Rocío lo vio primero. A quién vaya de romería, sea cual sea mientras haya Camino qué hacer, esto no debería sonarle raro. Hay flamencas que cuando se echan a las arenas o a los campos van en deportivas debajo de sus trajes. No es nada extraño e incluso se entiende. Y en el Rocío se ve e incluso hemos tenido guiños en pasarela a esa romera que combina su batita o falda
de mercadillo hippyede camino con unas Nike o Adidas. Digamos que cuando las condiciones climáticas o geofísicas son complicadas, hay quién opta por unos deportes antes que por botos u otro calzado. - El tiempo NO acompañaba. Otro de los problemas que han potenciado este fenónemo ha sido tener tres días de feria con lluvias que por momentos venían con tormentas de propina. Suelos encharcados, fango, enaguas para tirar a la basura, espartos inviables para estar por el Real y calzado que debía de ser más funcional que estético. ¿Resultado? Last night a DJ saved my life (‘Anoche las Converse me salvaron la vida’ para las que no sabéis inglés). Así de sencillo y así de simple.
A las que estáis por iros de Feria: ¿Qué hacer ahora?
En primer lugar vamos a reconocer que el verano ha llegado de golpe por lo que la lluvia, de momento, no es condicionante (quiero creer que es una moda que llega para NO quedarse). Yo seguiría apostando por cuñas de esparto si hablamos de Feria y los Caminos de romería que cada una de lo administre a su gusto, si bien el sábado de Rocío, por ejemplo, cuenta casi como día de Feria (con todo lo que conlleva). Desde mi experiencia personal os aconsejo que penséis en el medio y largo plazo: yo tengo unos castellanos que me costaron algo más caros de lo habitual, pero con ellos puedo ir al fin del mundo y me aguantan ferias a 40 grados y se pueden salvar de un chaparrón. Se habla con frecuencia de que en Feria destrozamos los zapatos, y por eso muchísima gente opta por zapatos baratos que acabas tirando tras el fin de fiesta, pero a veces una buena búsqueda e inversión puede sacarte de cualquier apuro (y cebadura). Se que no es lo mismo, pero la incomodidad de unos zapatos baratos, sean masculinos o femeninos, si puede ser la misma.
Por otra parte hay dos factores a calibrar: si se te va a ver el calzado y si realmente al traje que llevas le pega ir en deportivas. Hay trajes de flamenca que incluso pueden prestarse a ello y otros que no. De hecho, Johanna Calderón creo que acierta con el traje que vemos más arriba, otros de su colección no podrían con unas Converse. Si tu traje NO es entallado, no usa colores pasteles o estampados florales clásicos, no lleva mantoncillo y sí tiene cierta inspiración en moda urbana, sí apuesta por cortes holgados o por faldas canasteras poco recargadas, entonces puede que haya opción. Por poner un ejemplo, a mí la combinación de canastero clásico con mantoncillo y deportivas me suena a: acabo de repetir tercero de ESO por cuarta vez. También tened cuidado: unas Converse o unas Vans de diseño clásico en blanco o negro pueden salvar los muebles (son discretas y visualmente molestan poco), pero las Nike que usas para el gimnasio son un NO (son más bastas por lo general). Se trata por tanto, de pensarse bien el estilismo, de analizarlo y de buscarse la manera de que las miradas no se vayan a tus pies. Un último punto ayuda pero no todas lo tienen: actitud y personalidad para venderlo. Si tienes naturalidad para que te vean así es muy probable que a nadie le extrañe que apuestes por rematar de aquella manera tu estilismo.
Al final todo se resume en actitud, y una flamenca con visión deportiva depende de cuanta cara le eches al asunto más que de otros factores externos.