Quién quiera ver moda para el Rocío tiene que venir a Almonte‘. Fueron sus palabras al finalizar la pasarela Dflamenca Doñana este 2018. Solo dos días antes presentó la colección que suponía su regreso a las pasarelas tras un paréntesis de 6 años que parecía encaminado a punto final. Pero no: Cristo Báñez no necesitó ni Sevilla ni Madrid, le bastaba su Almonte natal para demostrar que si, que sigue en plena forma.

Tal vez quienes se hayan incorporado a la moda flamenca como seguidores en pleno boom de redes sociales no terminaran de conocer su obra o su legado, pero lo cierto es que Cristo siempre se caracterizó por ser un gran estilista y un diseñador que supo darle a la moda de camino un aire fresco, juvenil, con toques de moda casual pero sin perder nunca su esencia o su funcionalidad. Su flamenca impresionaba a los más excépticos con respecto al traje de flamenca a la vez que olía a marisma y a Almonte en cada salida. Eso hace 8 años era arriesgarse: poner estampados no convencionales, lunares poco vistos, escotes o mangas nada conservadoras o hacer que la moda fuese flamenca y romera de verdad era lo que mejor hacían varios diseñadores, y ahí Cristo supo hacer vanguardia y marcar a nombres y generaciones que llegaron después. Así que quienes esperasen un regreso estrafalario o rompedor lo mejor que podrían hacer es quedarse sentados: Báñez no tiene ni necesita demostrar nada. Llegados a una edad, con un recorrido que ha dado para mucho y con unas colecciones que avalan su legado, ya solo nos quedaba por ver a ‘Ella‘, a ese desfile de flamencas romeras, de faldas almonteñas, de lunares de siempre que se ven como nuevos, de mangas que recuperan la firma de quién supo darles visibilidad, de escotes marcados que acentúan la feminidad bien entedida o de colores que tiñen de un matiz cálido a la vez que primaveral el recorrido que va de la puerta de casa a la Ermita. Y no se crean que todo esto es un discurso continuista: hay cosas en esta sencilla propuesta que inspirará a más de uno y de una…

En líneas generales: Cristo Báñez vuelve a las pasarelas a su manera, con la flamenca que él mismo hizo icónica o con la rociera de inspiración clásica pero hechura moderna que se adaptaba a los gustos de público conservador y de aquellos que le piden más a la flamenca.

Destacamos: el desfile funciona como ejercicio de autoreivindicación. Señores: mucho de lo que ahora nos encanta ya lo hizo Cristo.

Nuestra selección: nos quedamos con el dos piezas de top y falda azul con lunares blancos, la blusa vaquera con falda melocotón o el traje rosa de lunar blanco.

Puedes seguir y contactar al diseñador en instagram.

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