«Tranquilo, que todo esto merecerá la pena«

Quién haya seguido más o menos de cerca la trayectoria de Pedro Bejar a lo largo de las últimas cinco temporadas habrá visto como desde el principio el joven creador de Hinojos tenía una idea muy clara de lo que quería hacer en moda flamenca, pero también vería que el camino no se le presentaba fácil. Desde aquella colección de nóveles al día de hoy, Bejar fue construyendo un perfil dentro de la moda flamenca que ha dado muchas imágenes icónicas y también muchas ideas para copiar para inspirarse. Y es el camino de niño a hombre, o el de novel a profesional, el que se esconde en ‘A’, una colección que, como reza la frase con la que abrimos el post, es un mensaje a todos aquellos que llegan a la moda con una idea clara pero necesitan que el tiempo le vaya dando uno o varios votos de confianza. De ahí que la propuesta encierre con varios diseños y cinco ideas que confirman cuál es el sitio que Pedro Bejar se ha ganado en la moda flamenca:

Más es más. Justo en el momento en que parece que el volumen empieza a remitir en flamenca, Pedro Bejar le da la vuelta y exagera más que nunca los volúmenes, las proporciones y los tamaños de sus volantes. Más es más y en ‘A’ todo es una muestra sin complejos de gigantismo aplicado a flamenca. Incluso viendo algunos trajes, parece que se ha querido llevar tal cual lo que se ha bocetado sin escatimar en metros de tela o en horas frente a la máquina. También nos vende un mensaje sobre lo caprichosa que es la moda: lo que en un novel se vería como un imposible de metros de enaguas (y él mismo lo sabe), un profesional te lo vende como lo más deseable.

Un canto y una glorificación del volante que, eso sí, esconde una madurez y una planificación del trabajo que hacen de esta colección la graduación Cum Laude de Pedro Bejar como uno de los mejores diseñadores que ha dado la moda flamenca.

La noche se viste de flamenca. La oscuridad y el negro del comienzo anticipa que quizá esta sea una colección nocturna. Nos explicamos: las paletas de colores que Bejar ha usado en colecciones previas remitían más al estallido de color que vivimos en un mediodía de primavera o en el atardecer de un Rocío, ya fuese en aguamarinas, ocres, verdes, azules o rojos. ‘A’ se abre al negro y a una gama de colores que vale para cualquier momento del día pero que, sin duda, se crecerá en las estampas vespertinas.

Es una colección, es un desfile y es un editorial. La frase «se nota que es fotógrafo» se ha podido escuchar varias veces, pero aquí la ampliaríamos al concepto de director artístico a todos los niveles porque Pedro ha diseñado los trajes, ha completado los estilismos, ha organizado la escaleta de modelos, las ha dirigido (y ellas han respondido), las ha coordinado con luces y sonido y lo ha conjuntado todo de tal manera que hacen necesario ver la colección de principio a fin pues, en movimiento, veremos un desfile perfectamente orquestado mientras que en imágenes estáticas obtendremos poses más propias de un editorial que de un desfile.

Autohomenaje (¡Y bien que ha hecho!). Refiriendo al punto anterior, el visionado del desfile en directo o en vídeo es lo que mejor explica que, toda vez que ‘A’ termina, Pedro Bejar se reservó un epílogo en forma de cinco trajes, uno por cada colección suya, representando los diseños más icónicos de cada entrega, o los trajes por los que se hizo conocido. Una referencia bien llevada en un año en el que los diseñadores jóvenes ha dado síntomas de querer afianzar y confirmar sus estilos, y Bejar lo ha hecho de la mejor manera: cogiendo lo mejor de lo mejor, mejorando lo que ya estaba bien o madurando una flamenca que ya no necesita presentación y que va por delante de las que se le intentan parecer y no pueden.

Marina. Nadie entendería la carrera de Pedro sin ella ni nadie se la imagina a ella no protagonizando las colecciones de él. Marina Gallardo es la musa inéquivoca de Bejar, la modelo cuya carrera despuntó en flamenca al mismo tiempo que la de Pedro y el maniquí sobre el que el diseñador se inspira y maneja la mayoría de sus ideas. En ‘A’ no iba a ser menos: tres salidas y dos cierres, el último de ellos llevando el que es EL traje de Bejar, dando al diseñador la estampa perfecta para resumir este primer lustro en el mundo de la moda.

Nuestra selección: nos quedamos con el conjunto en rosa nude y buganvilla, el traje de cola asimétrico o el homenaje a esta misma colección del bloque final.

Puedes contactar con el diseñador a través de Instagram.
Pedro Béjar tiene su atelier en Calle Imagen 10, Sevilla.
Contacto: contacto@pedrobejar.es

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