Una temporada de moda flamenca se divide tradicionalmente entre lo clásico y lo creativo. Siempre ha sido así, pero desde hace años, hay un tercer grupo de diseñadores o firmas que se mantienen en un punto medio entre ambas: son los que no pierden las raíces del género pero quieren formar sus propias ideas o personalidad en la flamenca buscando la creatividad pero sin dar demasiadas concesiones. Algunos se guían por la tendencia y otros no, pero lo que caracteriza a este grupo es que nos dan esos desfiles que siempre te gusta ver porque son muy agradecidos en la forma, siempre te dejan algunos puntos a destacar y mantienen a la firma en una posición relativamente cómoda donde la expectativa o la competencia se la hacen ellos a sí mismos. Y todo esto que acabamos de decir lo vemos siempre cuando va a comenzar un desfile como el de Ángeles Fernández que este año ha querido ser Auténtica(mente) ella:

Auténtica… de La Janda. Además de abrir el desfile con un vídeo introductorio casi biográfico, la colección como tal es un canto a la tierra de la diseñadora a través de sus colores. El blanco de Vejer, el azul del mar, las tonalidades verdes o los estampados florales que refieren a la vegetación que rodea a su pueblo y/o comarca así como algunas pinceladas de ocre que nos llevan a un atardecer que, desde luego, se aprecia de manera privilegiada desde el Palmar.

La búsqueda del diseño como una constante en casi todos los trajes. Hace dos años decíamos que lo mejor de Ángeles Fernández está por llegar y de momento seguimos viendo a una diseñadora inquieta que, sin ser rupturista con la forma del traje de flamenca, sí juega con el patronaje, con el boceto sobre cuerpo y con las miles de opciones que da el cortar y transformar. Todo ello buscando la personalización de una manera particular que deja pocas opciones para las que busquen algo básico. Y como matiz casi único, presten atención a algunos de los volantes en falda: prácticamente las faldas de la flamenca de Fernández ya van con sello propio.

Barroquismo a su manera. También representa y se mantiene en su colección una línea más majestuosa y con tintes barrocos que, si bien no se parecen a cosas vistas en pases de otros, si dejan ver que esa parte estará ahí y es la que se reserva para los tejidos, los colores y las ideas más refinadas. Completando esa visión aparece, de nuevo, el trabajo de Samuel Ortega en los complementos.

La fuerza de los colores lisos. Si bien la diseñadora suele guardarse una buena selección de estampados y lunares para los trajes más personales, el grueso y la parte de la colección que más destaca vuelve a ser la que se presenta como monocromática, con el malva, el rosa, el blanco y el rojo guiando cada grupo del desfile y dejando varios momentos en los que la elegancia y el carácter personal de Ángeles se impone.

Buena composición de grupos. En el aspecto gráfico, que es el que queda para la posteridad, algo que podemos agradecer a Ángeles todos los que vamos con cámaras a los desfiles es que sabe como montar, disponer y elegir tanto a las modelos como los trajes que forman los llamados grupos. Una forma muy concreta de facilitar el trabajo a los fotógrafos y de que nos queden buenas estampas e imágenes de varios diseños que, desde luego, ella sabe como darlos.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje malva, el dos piezas azul, blanco y rosa o el de flecos blanco.

Puedes seguir a la diseñadora a través de Instagram.
Ángeles Fernández tiene su atelier en Avenida de Andalucía 13, Vejer de la Frontera.
Contacto: 630405313

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