La moda flamenca vuelve a ser una realidad. We Love Flamenco inició ayer su décima edición y, aunque pareciera mentira, ahí teníamos 6 desfiles dispuestos a recuperar la magia y la vida del sector. Antes de entrar a hablar de esta jornada inaugural, es necesario un pequeño inciso: la temporada flamenca 2022 es probable que no nos deje grandes supercolecciones. Casi ninguna firma está en el momento económico o creativo de poder afrontarlo. Este año el sector está a otra cosa y lo que debemos exigirle a los diseñadores es algo muy sencillo que siempre ha estado ahí pero ahora es determinante: tienen que vendernos unas ganas irefrenables de irnos de Feria y/o Romería. Tienen que levantar el ánimo del público y convencerles de que sí, que este año SI nos vamos a vestir de flamenca.

Dicho esto lo que vimos ayer en el Salón Real del Alfonso XIII es un buen resumen de lo que veremos en mayor o menor medida en todas las pasarelas que vienen: José Hidalgo presentó una colección donde hay sitio para la Feria y para otros eventos si te apetece ponerte flamenca (este desfile se presenta en Madrid y al día siguiente tenemos a varias redactoras e influencers con un ataque de Lolafloresismo), El Ajolí repasó su historia y la de la moda flamenca, Johanna Calderón montó una caseta de juventud buscando levantar el ánimo del público, Santana puso la nota emotiva, Mónica Méndez fue la más flamenca y Notelodigo puso la nota de ortodoxia sevillana. El denominador común del día es que todas las firmas fueron ellas mismas y recurrieron a su estilo más propio para volver con volantes renovados, y eso ya hace mucho por el sector. Veamos ahora como fue cada pase:

José Hidalgo, ‘Juerga’. Cual traca inicial anunciando lo que viene, José Hidalgo abrió la temporada flamenca entreabriendo las cortinas de una caseta de Feria de la cual salieron 54 diseños entre trajes de flamenca y propuestas aflamencadas. Todas ellas con el lunar, el rojo, azul, blanco y negro como hilos conductores, aunque con una gama de colores más abierta con verde cacería, amarillos y rosas reclamando algo de protagonismo así como las rayas, en clara referencia al estampado más visto en una caseta con permiso de los lunares, o los bordados en punto de cruz. Hidalgo exploró todas las posibilidades, con un desfile de ritmo rápido, las modelos desfilando casi sin parar, siendo él mismo fiel a su más que reconocible estilo y dejando algunas referencias a la moda del segundo tercio del siglo XX. Queda mucho por ver, pero esta colección terminará por ser uno de los ejemplos más claros que tendremos este año en muchos desfiles, porque un 95% de lo que desfiló es fácil de imaginarlo en una caseta.

El Ajolí, ’40 años’. La maison onubense celebró su cuarenta aniversario en la moda flamenca con un desfile que no era su nueva colección, sino una auténtica clase magistral de historia del traje y la moda flamenca a través de las cuatro décadas de Pepe Jiménez en el sector (que todas y todos que dicen que amamos la moda deberíamos estudiar). Así, El Ajolí nos recordó esos años 80 grandes volantes, entredos, lazo y mantoncillo de grandes flecos, los 90 donde nació y se impulsó la moda en el traje regional, los 2000 donde se experimentó de manera un tanto loca (sí, hablamos de esos dos piezas con tejido vaquero y corpiños o blusas) y los 2010 donde la creatividad se estabilizó y la moda convencional y flamenca por fin se encontraron. Todo ello con trajes que son propios de la firma y que se recopilaron y se reunieron ayer para recordarnos de donde venimos, cuáles han sido los hitos de la flamenca y que todavía nos queda mucho futuro por delante. Por 40 años más (y los que vengan) siendo una de las firmas maestras incontestables de los volantes.

Johanna Calderón, ‘Vuela’. ¿Cómo se vestirían la pandilla de pijas anoréxicas madrileñas que estudian en un instituto como Las Encinas en una fiesta de temática «española»? La respuesta está en este desfile. Johanna Calderón hizo tres cosas ayer: parodiar lo predecible que puede ser el público mesetario cuando tira hacia el spanish fashion (Arrobashowrooms de Madrid, aquí tenéis material), reivindicar que en la Feria DEBE sonar ‘Mi gran noche’, ‘Gasolina’ o ‘Yo quiero bailar’ y que su estilo personalísimo de blancos, negros, rojos y botones dorados todavía puede dar muchas ideas nuevas (y que ayer tocó un poco inspiración española post movida-años 80).

Santana Diseños, ‘Mi Ángel’. Todas y cada una de las ideas que en estos años han acompañado a Santana en sus desfiles se unieron ayer en un desfile dividido por tonos de color: celeste, amarillo, coral, lila y blancos. Sobre esa paleta surgieron los cuerpos entallados, los escotes marcados, faldas de volumen con enaguas salpicadas de diferentes tonalidades, detalles de plumas en algunos cortes o mangas y complementos en dorado. Como también es habitual en él, la parte de camino fusionó estampados, lunares y lisos a partes iguales. Una colección que desde el nombre hasta el último traje que salió representa al 100% a su creador.

Mónica Méndez, ‘Serendipia’. ESTO es lo que hemos venido a ver. Es decir, un desfile que te meta las ganas de Feria hasta el final: Grupito en directo intercalando sevillanas con rumbitas, una caja sonando sin cesar y el estilo de Mónica Méndez perfectamente reconocible y listo para pisar la Feria. La diseñadora apostó de nuevo por los colores lisos y saturados, los volantes al hombro o las faldas de corte y largo midi. Una colección con muchísimos trajes de flamenca que te invitan a la Feria, una selección de turquesas, blancos y verdes que se ajustan a sus flamencas de mucho volanteo y poco volumen o unas propuestas aflamencadas que se integran en la propuesta sin restarle protagonismo al traje de flamenca. Tan feriante fue que hasta Javi Villa se arrancó a cantar en el carrusel final.

Notelodigo, ‘Mil mujeres’. El cierre de la primera jornada fue de muy sevillanas maneras: canasteros poco generosos en metros de tela, faldas de volantitos, tejidos ligeros, muchísimos lunares, mantoncillo donde siempre y flor en medio. Básicamente lo que esperas encontrar en Pineda o en el Mercantil cuando vas a la Feria. Notelodigo sabe lo que su clientela espera y se lo puso por delante a esas mil flamencas sin ningún aditivo. Y sí: vamos a ver mucho lila y malva este año.