2012 fue un año muy especial. Fue la primera vez que pude traer la moda flamenca de primera mano a esta web. Allí, en SIMOF, viendo desfilar a las flamencas que ya llevaba años viendo solo que ahora lo hacía a través de mi primera cámara reflex. Mi agenda tenía apuntados los nombres principales, pero había uno que despertaba mi curiosidad. Le tocaba compartir pasarela con Loli Vera, y ese detalle fue el que hizo que muchos estuviésemos allí. Nadie lo sabía, pero tras eso nada volvería a ser igual en la moda flamenca.

Ana Morón debutaba en SIMOF en la tarde de un viernes 3 de febrero que no se parece ni por asomo a la jornada grande que es ahora ese día. Ella fue la que empujó, la que abrió un camino con sus ‘Mil y una noches’ y la que inició esa costumbre que ha terminado por convertir el viernes de SIMOF en el día más importante de la moda flamenca. Muchos a lo mejor lo ignoran, pero ese momento marca parte de la realidad que ahora vivimos y en la que los jóvenes están diciendo mucho. En esa tarde vimos también Pirouette, Sevilla, Metamorfosis, Goya o Volare, colecciones grabada a fuego en una trayectoria impecable y que justo en 2018 cumplía 10 años con ‘Carmen‘, el culmen de una etapa donde el compromiso de Ana con el diseño, con la idea de que cada traje tiene que tener alma propia dentro de su colección nunca ha cedido espacio a efectismos.

Esta vez, eso sí, había que hacerlo de otra manera. Había que recordar por qué estamos aquí, había que hacer ese desfile que reivindicase el papel que la creatividad sin ataduras ha jugado en los volantes, había que tener en cuenta lo clásico pero con la mirada puesta en el futuro, había incluso que perfilar el casting de modelos y darle a cada una de ella la hechura que, a través de los años, han sentido como propia cuando desfilaban con Ana. Había incluso (y esto me lo van a permitir) que recordar a Ainhoa, esa belleza nazarena que aparece en la imagen más recordada o viralizada de las ‘Mil y una noches’.

‘Carmen’ es la unión del folclore y del diseño, de una estampa que se sabe costumbrista y a la vez busca nuevas formas, de unos volantes que recurren al celeste, rojo, coral o rosa como los que mejor han sabido colorearlos. Es hechura de volantes, lunares y flecos con esqueleto de traje de flamenca y cuerpo de mujer hecha para ser única. Es Feria y es Pasarela, es pasado y es futuro, es una niña que un día soñó con recortables y ahora hace que su imaginación vuele alto.

Carmen también es la unión de varias personas, de todas aquellas que empujaron a Ana a luchar por su sueño y por haber sido el soporte que le ha hecho llegar a donde está ella y estamos todos aquellos que rozamos los treinta, que amamos la moda flamenca y estamos donde queremos estar hoy. Podría haber sido Jorge, podría haber sido Meli, pero sin ‘Carmen’, hoy no hablaríamos de ‘Ana’. Por eso este aniversario iba dedicado a ella.

En líneas generales: Ana Morón cumple 10 años en flamenca con una colección donde la paleta de colores es la que siempre ha estado usando y en la que los diseños parten de una idea clásica para romperse luego en patrones y detalles mucho más innovadores.

Destacamos: la elección de modelos y trajes desfilados ha sido perfecta. Si alguien (diseñador o firma) quiere saber qué corte, escote, manga o falda le viene mejor, que se repase el desfile.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje coral con manga de flecos, el rojo, rosa fucsia y coral con cuerpo también flecado o el asimétrico de lunares.

Puedes contactar con la diseñadora a través de Facebook.
Ana Morón tiene su tienda y taller en Umbrete, en Avenida de los Poetas 22.
Contacto: 651457860

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