Si, a lo mejor no tendrá nada, pero ¿Se te ha ocurrido a tí?

Les voy a explicar como hacer que un traje de flamenca sea icónico, o como conseguir que esos volantes traspasen la barrera del tiempo y hagan que una forma se convierta en clásico instantáneo, en un objeto de deseo. Hay que seguir algunos pasos: debe haber flamenco (u ortodoxia) en el traje, el patronaje debe mantener cierta sencillez en su apariencia, debe incluir al menos uno de los colores o tonalidades clásicas y si tiene lunares mejor que mejor. A la vez, debe ser espectacular, mantener cierta coherencia con las tendencias del momento y acompañarse de una buena costura. Hagan memoria, piensen en los trajes más vistos, vendidos y copiados en los últimos años y comprobarán que nuestras líneas no van mal encaminadas. Y eso nos lleva hasta Hinojos, o hasta ‘Omnium‘, para conocer la nueva propuesta de Pedro Béjar.

El que fuera en su momento el novel más precoz en llevarse un premio se ha convertido, en cuestión de pocos años, en uno de los diseñadores que mejor ha canalizado y entendido la flamenca actual. Se puede decir que su estilo floreció en el momento exacto y en el lugar exacto, y él le ha dado forma hasta dar con una flamenca sobresaliente, muy flamenca (sic) y sin aditivos. Porque todo absolutamente todo lo que veremos ver está en sus colecciones: lunares, aires setenteros, volumen, colores vistosos y ese pequeño detalle que, lo mismo es secundario, pero se basta por sí solo para destacar en el conjunto.

Ahora volvemos al principio: habrá quienes piensen que el trabajo de Bejar se escuda en el volumen para ganar tantos en cuanto a lo visual. Pues olviden el camino del efectismo: les recomiendo que vean el trabajo de firmas o diseñadores consolidados y comprueben que no llevar nada es tenerlo todo. Porque a veces hay quienes tienen un estilo o un toque particular que sabe adueñarse del traje de flamenca clásico, llevarlo a un terreno nuevo y darle un aire que, a lo mejor no tendrá nada, pero a alguien se le tenía que ocurrir, alguien lo tenía que poner en pasarela y alguien tenía que darle nombre. Es un sentido de la moda flamenca que ni se compra ni se vende. Y Pedro Bejar presenta muchas aptitudes para ello pues está entendiendo mejor que nadie este revival setentero rico en volumen, estas telas de lunares en colores saturados de toda la vida, esos popelines de feria de pueblo que buscan una nueva elegancia o esos toques personales que, con pocos abalorios (las amapolas salpican y no monopolizan los cuerpos, todo un acierto), consiguen atraer y quedarse en la cabeza.

En líneas generales: Pedro Bejar consolida su personalidad creativa con una colección inspirada en los colores de su tierra natal y donde las telas de siempre o el volumen exagaradamente controlado siguen siendo los acertados e icónicos protagonistas.

Destacamos: cuando el trabajo de base es bueno de verdad (lease, patrón y costura) no hacen falta efectismos o recursos en forma de aplicación que enmascaren el trabajo de diseño.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje blanco con lunares verdes y mangas abullonadas, el canastero maxi con escote halter o el rojo cortado a la cintura.

Puedes contactar con el diseñador a través de Facebook.
Pedro Béjar tiene su atelier en Calle Regina, Sevilla.
Contacto: contacto@pedrobejar.es

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