Son jóvenes, tienen una idea y tienen muchas ganas de dar un gran paso en su carrera a golpe de volantes. Hablamos de aquellos diseñadores que ya sea a través de concursos o por cuenta propia han llegado este año a las pasarelas y nos han presentado una colección que traza una idea propia, o deja ver un estilo que todavía tiene que florecer o tal vez aporta una novedad que, con tiempo y experiencia, nos dejará grandes momentos. Todos ellos se han formado como diseñadores en los últimos años, han crecido con redes sociales, han visto como la moda flamenca ha evolucionado y están sabiendo hacer una lectura de qué es lo que se pide cuando te subes a pasarela. Dicho de otra manera: tienen algo más allá de dos trajes bonitos. Puede, incluso, que en 2019 cualquiera de ellos consiga dar ese golpe sobre la mesa que en los últimos dos años han dado nombres como Ventura, José Raposo, Pedro Bejar o Verónica de la Vega por dar algunos nombres y contribuir así a esa renovación constante y continua que vive la flamenca desde que la palabra «moda» le acompaña en las pasarelas junto a las tendencias.

Eso el tiempo lo dirá, de momento vamos a repasar las colecciones de estos siete creadores que, esperemos, nos traigan mucho más:

Pepa Mena. Con la llegada de Andújar Flamenca, era obvio que poco a poco apareciesen firmas locales más allá de los establecimientos multimarca que ya tenemos allí. De todas ellas la más interesante que hemos visto ha sido la figura de Pepa Mena. La joven iliturgitana ha entendido a la perfección como es el estilo de su pueblo y lo ha trasladado a una flamenca con pinceladas de modernidad y unos toques de personalidad bastante acertados que en su primer año nos convenció con las muñecas rusas (estaba entre las favoritas de los nóveles de SIMOF 2017) y este 2018 lo hizo con una versión rockera de ‘La Niña de Fuego’. Esperemos que las bases que ha sentado con sus primeras colecciones sigan evolucionado porque, si algo nos queda claro, es que Pepa tiene una idea que tiene mucho que decir.

Daniel Robles. Su caso es similar al que vivió Pedro Béjar: un novel muy novel gana un premio y pasa directo al campo profesional. Cuando ganó se pudo interpretar que el jurado vio en él una idea que todavía tenía mucho que explotar y eso se ha notado en ‘Sevilla 38’: su debut en We Love Flamenco ha sido una versión relajado del estilo que nos quiere plantear, con flamencas que van dejando caer las ideas que Daniel pretende desarrollar y que, sin duda, tendrán una continuación en la edición 2019 de la pasarela. Él mismo nos contó que esta colección pretendía presentar en cuatro facetas, comenzando con lo que a el le gusta hacer, siguiendo con romerías, continuando con una Feria clásica y finalizando en moda flamenca con toques de fiesta. Ahora solo queda que su estilo propio (que se ha visto de buena manera en sus encargos a medida para Feria) monopolice de manera clara su colección. Es ahí cuando, creemos, Daniel dará una colección que pase directo al Top 5 de la temporada.

Gil Ortiz. El ganador de los nóveles de SIMOF de este año dejó claro que, o impactas a la primera, o lo tienes complicado. Y asi fue: la sucesión de trajes de su colección dedicada al Dios egipcio del sol era un continuo de diseños que entraban por los ojos tanto por técnica, como por costura, patronaje e ideas frescas muy bien llevadas. Todo un espectáculo por y para el premio que se le escapó un año antes y que hacen de este almonteño una de las promesas que todavía deben explotar en SIMOF. De momento en 2019 nos espera su primera colección profesional en una de las jornadas más cotizadas de la pasarela y no dudamos en que miraremos con lupa cada salida de la misma.

Rocío Segovia. Procedente de Algeciras y ya con algo de experiencia, Rocío pisó este año la Pasarela Flamenca de Jerez buscando quizá una visibilidad que hasta ahora no había tenido. Su propuesta ‘Pura alma’, con sus más y con sus menos, presentaba una estructura no del todo clara, pero la revisión traje por traje si dejaba ver que Rocío tiene recursos e ideas propias, jugando con la modernidad, con los estampados y con las posibilidades de los volantes dando especial importancia a la flamenca de romería que huye de los tópicos del camino pero que sabe unir comodidad con moda. Sinceramente, la colección tenía sus imperfecciones (Ojo, casi ninguna colección lo es), pero a veces más vale sentar las bases de una línea nueva en flamenca que repetir de manera esquemática lo que ya hacen otros, y Rocío tiene clara cuál es esa línea que debe fluir en próximos años.

Javier de León. En un mundo dominado por nóveles que piensan que sin volumen no hay paraíso, llegó Javier de León con su Malvaloca y se alzó con la mención especial de SIMOF. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, a veces el jurado se deja llevar por una idea que apunta manera en vez de premiar un efectismo carente de personalidad. Javier prescindió del exceso de organdil y a cambio presentó una propuesta fina y elegante, inspirada a partes iguales en el folclorismo patrio o en el bizarrismo kistch del Hola! más manoseado y que habría puesto de acuerdo a Concha Piquer, a Naty Abascal y a Ocaña. En pocas palabras una fantasía travesti que, ojalá, siga dando más mecha.

José Manuel Valencia. De la inagotable cantera onubense sale también José Manuel Valencia. Sin haber pasado por concursos y con cierta experiencia ya en diseños a medida, este joven de Rociana del Condado puso en la pasarela de Viva by WLF una colección que no olvida las tendencias actuales, pero en el que se va buscando un juego de patrones, de cortes y de volantes que se presenta, eso sí, con un filtro más clásico. No busca ser moderno ni tampoco rupturista pero si hay trajes suyos que intentan mostrar unas intenciones o unas hechuras que, si se perfilan, le darán un buen sitio en las flamencas que se mueven entre Cruces y Romerías. [Fotos: Anibal González]

Rafa Leveque. La constancia ha sido la compañera de un Rafael Leveque que lleva cinco años en moda flamenca y que en este 2018 presentó ‘Volar quisiera’, la colección que condensa de manera cerrada aquellos proyectos o ideas que le surgieron en estos años y que ahora se subieron a pasarela. A saber: detalles barrocos, colores o hechuras propios de fiesta llevados a flamenca, volumen y una parte de Romería en la que vimos los mejores momentos de todo el desfile y que, a lo mejor, son el camino que debería seguir. Su ejemplo pueda servir para ilustrar que a veces no es necesario ir con prisas y que puede ser preferible crearse una propia clientela (en Algeciras y alrededores) que depender de concursos o premios para darse a conocer.