Venía de firmar un trío de colecciones que prácticamente sellaban una etapa al mismo tiempo que nos presentaron la personalidad que ahora manda en sus diseños. Javier García dibujó una línea ascendiente en las tres pasadas temporadas dejando la duda de si ‘Pureza’ era el cierre que acompañaba a su trabajo anterior o solo era una más. Con ‘Bendita’ sobre la pasarela hemos encontrado una sorpresa o un giro inesperado: no se abre un camino nuevo ni se busca superar el listón previo sino… hacer un guiño a su primera etapa como diseñador.

Regreso a los orígenes. El Javier García que conocemos en la actualidad (o que se nos viene a la mente) nació en ‘Flores a ella’. Aquella colección supuso una ruptura y un cambio casi estructural en la forma de concebir la moda flamenca según el diseñador. Es cierto que repetía ideas propias, pero la predilección por el color block, la unificación de los trajes de colección y el gusto por los cortes geométricos crearon una nueva visión que es la que tenemos de él, continuando con ‘Mi cielo’ y ‘Pureza’ y llegando al día de hoy. Sin embargo, tras ese trío perfecto de colecciones, ‘Bendita’ se muestra más como un recuerdo a ‘Tangobertura’ y ‘La Reina del Baile’ que a continuar estrictamente a sus predecesoras. Básicamente une el pasado y el presente haciendo un ejercicio de imaginación bastante interesante: ¿Cómo habría sido la primera colección de Javier García en SIMOF si todas las ideas que llegaron después hubiesen estado desde el principio? La respuesta tiene una palabra: Bendita.

Lentejuelas, brillos y estampados recuperando espacio (y compartiéndolo). Tal como decíamos, tras tres colecciones donde los hemos visto casi de manera testimonial (cierto es que no se les echaron en falta), el minimalismo en el uso de texturas ha dado paso a una colección donde la profusión de colores, tejidos, estampados o brillos han sido la clave definitoria de ‘Bendita’. Quizá haciendo referencia a la flamenca de noche o quizá haciendo esa fusión del punto anterior. Sea como sea la flamenca de Javier García se ha vestido con unos tejidos que reclamaban la atención del diseño (y de los espectadores) como también lo ha hecho el oportunamente recargado trabajo de Lamágora en los complementos.

Las tres constantes que no fallan (ni fallarán) a su cita: el canastero de gran tamaño, la manga húngara y la elección de un color que oscile entre azul y verde. En todas las colecciones han aparecido en mayor o menor grado. Los dos primeros porque, desde el principio, le dieron visibilidad en el sector. El tercero, si hacemos memoria, comprobaremos que siempre ha salpicado sus colecciones, llegando incluso a abrir en ‘Flores a Ella’, al cierre en ‘Pureza’ o a asimilarse a la figura del diseñador en casi todas sus facetas.

Eso sí, si hablamos de colores no dudamos que Bendita es un mano a mano entre el rosa y el negro.

Ya no hay nada que demostrar. Javier García llegó a la pasarela de SIMOF al mismo tiempo que los ganadores de nóveles empezaron a reclamar su sitio en la misma. De hecho, compartió cinco años seguidos con la gran propulsora del cambio de mentalidad entre quienes acariciaban el premio: Cristina García. Él estuvo en el origen del viernes de SIMOF que conocemos actualmente (además de cerrarlo ahora en solitario) y en el que los jóvenes diseñadores que venían directos de concursos o de la escuela pedían un lugar. Él venía de la zona de stands y con la convicción de querer llegar a donde está, y por el camino ha ido moldeando una flamenca que, a día de hoy, goza de una creatividad y de un universo propio que se sitúa entre los pesos pesados de la temporada. Tanto para público como para crítica (y compañeros), Javier García ha ido escalando hasta imponer un estilo que se reconoce nada más verlo y en el que todas las flamencas pasan directas de la pasarela al Real. Y todo esto tiene un nombre: madurez.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje de textura metalizada con mangas húngaras, el de lunares blancos con fondo multicolor o el negro y rosa con aplicaciones florales.

Puedes contactar con el diseñador por Instagram.
Javier García tiene su tienda en Calle Rioja 25, Sevilla.

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