Una de las ventajas que aporta la inmediatez de subir a Instagram Stories los carruseles de todos los desfiles de We Love Flamenco es que obtienes con rapidez respuesta del público, que te deja sus primeras impresiones de lo que está viendo. Y en la jornada del martes hubo dos desfiles que no dejaron indiferente a quienes reaccionaron o respondieron a esas historias: Rocío Peralta y Antonio Arcos (este último dentro del colectivo de Viva by WLF). En ambos casos los comentarios se centraban en que sus desfiles se ven reiterativos. Sin embargo, y dejando los gustos personales a un lado, es innegable que cada uno en su campo tienen muy claro qué flamenca llevan a pasarela. El resto de diseñadores, que acompañaban a Arcos en el espacio de Viva by WLF, parecen tener claro que se quieren dedicar a moda flamenca, pero lo que no terminamos de intuir es qué estilo o que perfil quieren que les identifique en pasarela. Y señores, en una época complicada y con un sector tan masificado de firmas, o tus diseños hablan y hacen que te reconozcamos o vendrán otros a tomar la delantera a golpe de volantes. Metáforas aparte, así fue el día:

Rocío Peralta, ‘Entre Cuba y Filipinas va Carmen la Cigarrera’. Con ese peculiar nombre la diseñadora nos anunciaba una colección dividida en tres partes y en la que entroncaba la inspiración de su anterior colección con la de este 2022. Si en 2020 fueron las cigarreras sevillanas las que vistieron los lunares al puro estilo Peralta, este 2022 su flamenca viaja hacia las últimas colonias españolas (quedando todo en episodios nacionales del siglo XIX) y las viste de mantón de manila, de colorido tropical, de aire estival, de lunares bicolor (¡Alerta tendencia!), de propuestas aflamencadas y de unas batas de reminiscencias cubanas que apuntan directamente al Camino del Rocío y que terminaron por ser lo más destacado del desfile.

Antonio Arcos, ‘Madonna’. Si algo sacamos en claro de este desfile es que Antonio Arcos sabe perfectamente quién es y qué quiere mostrar (o aportar) a la moda flamenca. Decía que esta colección es 100% él y no mentía. Con todo lo bueno y todo lo malo que eso pueda suponer, ‘Madonna’ presenta a una flamenca sin miedo absolutamente a nada, cuajada de brillos en todas sus texturas, cruce de formas en el patrón, colores oscuros combinados con estampados y unos estilismos que se entregan a lo que él quiere: al show.

Engalana, ‘Romance de Alegría’. Son varios los años que esta firma aparece en Viva by WLF y también son varios los años en que, aún habiendo algunas ideas interesantes, se quedan siempre a medias. En Engalana juegan con talles altos, combinaciones de faldas o blusas, mangas ceñidas pero con detalles vistosos y un estilo de romería que podría explotarse pero que aún está a medio hacer. ¿Hay buenas ideas para trazar lo que sería una flamenca propia? Sí ¿Deberían de trabajarse más esas ideas? También.

Guzmán, ‘A tu vera’. Seis años después de debutar en la moda flamenca gracias a los noveles de We Love Flamenco, y tres años después de ganar en Andújar Flamenca con la que es su mejor propuesta hasta la fecha, Guzmán debutaba en Viva by WLF con una colección en la que se ve que sí, que le gusta la moda flamenca, que la sigue, que sabe qué tendencias hay y que hay sitio para una flamenca clásica y otra flamenca más moda. Como toma de contacto se ve qué es lo que quiere, ahora lo que tendríamos que conocer es con qué estilo quiere que lo identifiquemos.

Ana Ferreiro, ‘Gloria Bendita’. Tras debutar con una flamenca de inspiración andalusí (que se entregaba al completo a esa idea), Ana Ferreiro fue hacia un corte más clásico, más de toda la vida, y se puso a jugar con colores, texturas y formas dando preferencia a la gama cromática del rojo. Entre medio hubo algunos trajes que invitaban a ver algo más o a desarrollarse pero que se quedaban ahí sin ver con claridad por dónde quiere llevarnos la diseñadora. Como ya hemos dicho en este post: hay ideas, pero hay que ponerlas en orden.