Laura de los Santos no olvidará sin lugar a dudas 2019. Si bien fue en 2018 cuando su nombre se dio a conocer tras ganar los nóveles de We Love Flamenco, es esta temporada la que le ha dado visibilidad y ha puesto a esta joven de Los Palacios entre los nombres a los que más se recurrirá para hacernos una idea de las tendencias de la temporada. Motivos no faltan: ‘La Unión’ es una colección fresca e innovadora llena de moda, volantes y lunares. Una propuesta que enriquece la flamenca actual, que demuestra que su creadora ha sabido leer las tendencias actuales y que todavía se puede tener personalidad o hacer desfiles muy agradecidos de ver sin recurrir a 800 kilométros de enaguas de organdil efectismos a los que se recurre como si fueran el Santo Grial de la flamencura. Así es el folclore que recrea la unión de Los Palacios y Villafranca:
1 Se puede ser muy flamenca SIN trajes de flamenca. Lo que llama la atención de la propuesta es que no hay trajes de flamenca. O tal vez sí. O tal vez no. Dependiendo de los ojos con los que se mire, la opera prima de Laura de los Santos es una colección que traspasa el concepto de moda flamenca y se sitúa en un 2019 muy propicio para traer muestras de como ir muy flamenca con pantalones, con largos midi o con patrones que harían dudar pero que, situados en una caseta, se verían tan aclimatados como un barril de Cruzcampo.
Dicho de otra manera, es la colección perfecta si te encanta la Feria, y te encanta arreglarte, pero no terminas de verte de flamenca (tradicional).
2 Una paleta de colores arriesgada pero efectiva. Exceptuando el blanco y el negro, la colección oscila entre tonalidades de ocres y verdes que no son nada fáciles de tratar pero aquí son el recurso chic perfecto para acentuar, más si cabe, la idea principal de la colección: crear moda flamenca que sea algo más que trajes al uso. Lo refrendan también los lunares que añaden el carácter flamenco a muchas de las salidas.
3 Muchas ideas cohesionadas y que dejan bastante claro el camino de su diseñadora. Como tal, ‘La Unión’ confirma y amplía la mirada que Laura de los Santos vino a traernos en su colección de novel. No es una ampliación, pero si una declaración de intenciones en el sentido de que la diseñadora tiene muy claro lo que quiere y que sus patrones de volantes en mangas, escotes con personalidad, estilismos que se adecuan como un guante a los trajes y faldas con vuelo serán el punto de partida de lo mucho que está por llegar.
4 La estructura del desfile. Desde el primer momento esta colección ha tenido la estructura o formato mismo del desfile como un pero que, todo hay que decirlo, se queda bastante apagado gracias al gran trabajo presentado. Pero ese exceso de texto hablado y esa guía que te va contando el desfile (cuando lo bonito es descubrirlo por tí mismo) le sobraba a lo que estábamos viendo. De hecho, no terminaba de encajar en una colección que era demasiado moderna para esas líneas pregonadas de manera clasicista y que no dejaban a que el espectador jugara a recrearse o a que los trajes jugaran con la sutileza.
Nuestra selección: nos quedamos con el traje en color mostaza y largo midi, el blanco con lunares en verde o el conjunto de americana y pantalón negro con lunares blancos.
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