SIMOF 2019. Ernesto Sillero: Bamboleo

Su nombre es sinónimo de flamenca elegante y moderna y que ha sabido llamar la atención de todo tipo de público en los volantes. Ernesto Sillero es uno de los diseñadores que, en el panorama actual, sabe muy bien como llevarse las tendencias de cada temporada a su terreno y hacerlas suyas. Y en eso nunca falla: sus diseños vistos en pasarela son igualmente una recreación del estilo propio que ya tiene el lebrijano junto con esos ingredientes que, en la presente temporada, no deben faltar. ‘Bamboleo‘ confirma que esa dinámica se mantiene intacta en sus bocetos, dejando consigo una selección de 20 trajes que están hechos no solo para su clientela habitual, también para llamar a la puerta de esas flamencas que quieren arriesgarse pero sin pasarse. Y así fue:

Bamboleo rima con toreo. Disculpen el juego de palabras fácil, pero si algo podemos considerar de esta colección es que la inspiración mira indirectamente al mundo del toreo: los colores, las texturas e incluso los detalles se fijan de manera muy velada pero con referencias a la fiesta nacional. Dejando los barroquismos solo para los complementos de Marga Macías, la flamenca de Sillero mira hacia esa inspiración y juega con elementos de la arquitectura y del costumbrismo del sur.

Estilo cerrado pero con bastante dispersión. Una sensación que suelen dejar las colecciones de Ernesto, apreciadas en su conjunto, es que el lebrijano se excede en la idea de un concepto cerrado, recurriendo a muy pocos colores y a unas hechuras que suelen ser bastante similares entre sí. Esa sensación aumenta con su propia clientela de trajes a medida, que suele irse directamente a sus patrones más reconocibles, pero si nos ponemos a repasar traje por traje, comprobamos que la flamenca Sillero incorpora cada año ideas nuevas y que los bocetos saben jugar sus propias bazas para diferenciarse los unos de los otros o hacerse únicos.

Puede que algunos vean este punto como algo negativo (personalmente dudo mucho que tener estilo propio pueda verse como algo malo) pero en un momento donde hay tantísimos diseñadores, más vale contar con algo que destaque y te identifique nada más verte que obligar al público a preguntar de quién es ese traje.

Mangas con protagonismo. Contraponiendo directamente el punto previo, ‘Bamboleo’ es la colección de Ernesto donde las mangas gozan de un especial protagonismo, dependiendo menos de la manga al puño o del patrón clásico y jugando con nuevas formas o texturas basadas especialmente en la elección de tejidos y en el gusto por equilibrar la vistosidad de hombros y escotes.

No todo es volumen (en faldas). En su anterior propuesta ya hubo signos de relajar un poco las faldas, pero aquí ya lo vemos de manera explícita con nejas enterizas, volantes de capa clásicas o incluso al hilo que se alternan con los volantitos canasteros o los de mayor elaboración, todos ellos sujetos a unos cuerpos donde la silueta femenina aparece perfectamente entallada y donde el mencionado protagonismo de las mangas hace que las faldas esta vez no quieran ser tan pomposas.

Se nota cuando las modelos están a gusto. Desfilar el primero en un bloque horario de tarde y con unos trajes que se prestan tanto a dar buenas fotos hacen que las modelos acierten en casi todas las poses. Y si repasamos todos sus desfiles veremos que es así: los trajes de por sí son muy fotogénicos pero ellas también cumplen con creces con su parte. Además, Ernesto suele rotar muy poco su casting y prácticamente solo desfilan con él aquellas que son de su confianza. Resultado: un catálogo hecho a pie de desfile.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje coral con mangas de tul, el rojo de encaje y flecos o el blanco con mangas de lazada.