Estamos a pocos días de comenzar la temporada aunque la Navidad haga parecer que queda algo más, pero no: en 3 semanas estamos viendo nuevos trajes de flamenca con los que dará inicio la temporada 2020. Es muy habitual que antes de empezar se especulen o se planteen cuales son las tendencias que marcarán la próxima temporada, que casi proceden de la moda convencional o de acontecimientos culturales que puedan influir en las nuevas colecciones en que ahora mismo se está trabajando.
Pero para hacer nuestro post de tendencias del 2020 hemos decidido no mirar afuera, sino fijarnos en la temporada 2019. El motivo es sencillo: las tendencias o las modas en flamenca necesitan su tiempo, necesitan que se les de vea en un primer momento de manera testimonial o marcando la diferencia para después convertirse en tendencia clara en otras colecciones. En nuestro repaso a la década lo hemos visto: hay diseñadores que han sabido ir o que van por delante, son los que se arriesgan y suben o recuperan en la pasarela ideas novedosas u otras que estaban en desuso y que han sabido actualizar al momento presente. A veces estas ideas proceden de ciertos nombres que todos conocemos y en otras son diseñadores que, de manera intencionada o no, dan con una clave que permite dar nuevas formas o estilos.
Lo que muchos sabéis es que, si miramos atrás, seguro que hace años hubo algo en un desfile que nadie entendió pero que a día de hoy está más que consolidado en el imaginario flamenco. Hubo un año en que el volumen (por ejemplo) parecía solo cosa de pasarela, después empezó a saltar de desfile en desfile y hoy ya es un recurso que empieza a dar síntomas de agotamiento. Lo mismo ocurrió con los canasteros o el tul de plumetti (que en paz descanse). También pensábamos que los talles altos o los volantes al hombro eran cosas del pasado y ahora… seguro que quieres un traje así. Es el ciclo mismo de la moda que entiende de volantes y que para este 2020 apunta las siguientes 10 ideas que, como comprobareis, ya aparecieron en este 2019 en un apartado secundario y puede que en las próximas pasarelas sea su momento:
1. Diseña tu tejido. De todas las tendencias que se van a tratar de cara al año que viene, no nos cabe duda que esta será la más determinante del 2020 que está por llegar. Hace apenas un lustro era algo impensable y los diseñadores encontraban verdaderas dificultades para poder estampar su propio diseño en tejidos. Caso contrario a día de hoy: casi todas las casas y fabricantes ofrecen esta opción y, por ello, muchísimas firmas estamparán su propia trama o diseño. Y la idea obedece a dos factores: conseguir una exclusividad aún mayor en la colección y evitar, de paso, que el tejido estampado esté a la venta para terceras personas.
2. Paleta naturalmente seleccionada: tonos tierra, ocre, camel, celestes, verde hoja… el cromatismo que puede predominar en cualquier composición pictórica de corte naturalista se ha dejado ver en los muestrarios de colección y todo apunta a que lo veremos por separados o mezclados en las colecciones. Mucho ojo al camel que puede convertirse en un básico para lo que apuntamos en varios de los puntos siguientes.
3. Lavanda: desde la irrupción del buganvilla hace casi 10 temporadas en flamenca, raro es el año que una variante de la familia del morado no se convertía en color tendencia, siendo el lavanda el que puede dejarse ver en apenas unas semanas, manteniendo quizá la tendencia de apostar por tonos de colores menos saturados y con cierto gradiente de pastel en contraposición con el color block de años anteriores.
4. Classic blue: ¿Superará el color pantone 2020 la maldición del azul? Si hacemos memoria recordaremos el azul en flamenca en muchos desfiles pero luego, en ventas, es uno de los colores complicados de vender (reconocido por varios diseñadores). El azul en su variante más pura no termina de cuajar o de encajar, a diferencia del celeste que se vende solo. Por ello aunque la casa Pantone lo haya puesto como color del 2020 auguramos que sí, estará, pero no lo vemos monopolizando bloques de algunos desfiles o trajes.
5. Gasas, puntos y tejidos vaporosos. Caídas con mucho juego, volantes que se van a mover y unas texturas en clara consonancia con las tendencias que apuntamos en este post en particular y en la moda en general: si echamos un vistazo a lo que viene para primavera-verano, observaremos que buena parte de los volúmenes se sustituyen por siluetas que jueguen más con el dinamismo de la flamenca.
6. Flamenca de plano americano. Tras unos años en que las enaguas infinitas centraban la atención de los trajes, hemos visto como el foco de los mismos iba ascendiendo poco a poco hacia arriba hasta llegar el momento en que cuerpo, escotes y mangas se lleven el peso real del diseño. Ya sea con un patrón más elaborado o con aplicaciones, las partes de arriba serán las que enamoren a las flamencas y las que pongan en evidencia quién tiene un buen taller de costura, porque es más complicado completar un escote rico en detalles que una falda con 50 metros de volante canastero.
7. Las faldas y los volantes: cuando son todo el traje. Que vamos a ver menos volumen por abajo no es ningún secreto, pero la falda de volantitos desde la cintura ya queda muy 2016, así que tocará jugar con asimetrías, subidas, bajadas, detalles y volantes que, en muchos de los caso, recorrerán el cuerpo entero de la flamenca, subiendo más allá de la cintura y formando líneas horizontales y verticales hechas de volantes.
8. De la calle a la Feria. Bombers, cazadoras, camisas, americanas… Las prendas exteriores están en un momento dulce, siendo reclamo en colecciones de todo tipo y en flamenca también: ya sea por la versatilidad, por permitir completar los estilismos o por hacer que la flamenca se vea más moderna o urbana, parece ser que los complementos de look callejero se suben a la pasarela flamenca como en años anteriores lo hicieron las camisetas.
9. Largo midi, mucho más que revival setentero. Hace unos años parecía impensable volver a ver hombros poblados de volantes en flamenca y ahora… ya lo saben (y lo han visto en este post). Lo mismo ocurre con el largo midi o con el traje corto: defenestrado por muchas que piensan que no realza o que es algo infantil, ya este 2019 vimos en varios desfiles que este puede ser un recurso más que válido si queremos optar un diseño que sea muy flamenco pero también con estilo casi de fiesta. Un híbrido que viene bien para el público que busca la fiesta aflamencada pero, quién sabe, lo mismo en 2020 lo vemos más próximo a los trajes de Carmen Sevilla o Marisol (¡Ojalá!).
1o. El Rocío: a tomar la delantera de la flamenca. En 2019 se consumó el sorpasso rociero: la romería pasó por delante de la Feria y en el Rocío hemos visto unos estilismos y unos looks de flamenca mucho más evolucionados, arriesgados y a la moda que en el Real de Sevilla. A ello han ayudado varios factores: la apuesta de los diseñadores por dar su espacio en pasarela a las ideas de camino con una entidad propia y no como la versión light de su flamenca de Feria ha sido la más determinante, pero también mucho se debe a que las flamencas de romería han querido apostar e invertir por llevar batas, conjuntos o trajes con mucho estilo y rollo. Hay quién dice que la aldea da bastante juego y pié a la versatilidad, pero lo cierto es que el esperanto flamenco que se forma en la Marisma enriquece más el discurso que lo que se ve en Feria.
EN RESUMEN: uniendo los 10 puntos nos queda una idea bastante clara y es que la moda y la modernidad llevada a la flamenca no era desvirtuar el traje de flamenca o hacer formas imposibles, sino saber como jugar con los recursos, con las tendencias de la moda convencional y ver como suman a los volantes. Y está claro que todo suma, y como ejemplo prueben a combinar las ideas que les hemos detallado y verán que la flamenca puede dar mucho juego.