El ecuador de We Love Flamenco 2020 puso sobre la pasarela una jornada diversa y que prácticamente daba sitio a todos los estilos de flamenca: clásicas, creativas, conceptuales o con un punto más de moda que de flamencura. Todos estuvieron representadas en una tarde de viernes que tenía, por un lado, a tres firmas que llegaban junto a tres veteranas de la pasarela.

Diferentes formas de entender la flamenca donde quizá el titular es que empieza a confirmarse algo que ya se preveía hace semanas: salvo excepciones, la temporada será correcta. Dicho de otra manera: los diseñadores están buscando lo mejor de su estilo, haciendo flamencas que buscan la foto, que se dejan ver en la Feria sin mayores cuestiones y que se instalan en una corrección que puede funcionar pero que está por ver qué pasa cuando esté la temporada más avanzada y el resto de cartas sobre la mesa. De momento nos quedamos con las propuestas que vimos ayer:

Mario Gallardo, ‘D’cero’. Es uno de los regresos de la temporada, uno de los más esperados y que más curiosidad generaba. Y también expectativas por ver qué traía Mario a la pasarela. Él mismo se encargó de decir que veríamos una veintena de trajes en los que se ha dejado llevar y ha prescindido de la estructura propia de colección. Ello nos permite ver varios trajes de flamenca que te impactan a la primera junto a los diseños de inspiración aflamencada que nunca abandona y un estilo de peinado/maquillaje que de nuevo vuelve a ser protagonista y que nos deja una idea a recordar: las diademas en flamenca.

Lola Azahares, ‘Chamán’. La firma llegaba en este 2020 a celebrar 45 años dedicados a la moda flamenca, una trayectoria que en los últimos años se ha podido ver en We Love Flamenco y que esta vez ha supuesto un desfile con trajes mejor planteados e ideas bien llevadas que mejoraban respecto a años anteriores pero es lo que se echaba en falta una conexión explícita entre el nombre (o supuesta inspiración) de la colección y el contenido de la misma, más aún cuando el mismo título ya denota un estilo o idea en particular.

Rocío Márquez, ‘Acuarela’. Debutaba oficiosamente en We Love Flamenco tras dos años en Viva by WLF y lo hacía con una colección que hacía honor a su nombre ya que las gamas cromáticas, la selección de tonalidades y el color en sí nos guiaban a través de lunares, volantes, pequeños detalles y algunos diseños de camino que enganchaban junto a otros que buscaban el toque especial para Feria. Rocío no es una recién llegada, pero esta colección parece una propuesta más para darse a conocer que para dibujar un perfil concreto en flamenca.

El Abanico Artesanía, ‘Brave Woman’. Otra firma que debutaba sin ser una recien llegada era la casa malagueña que aterrizaba en el Salón Real vistiendo de largo y de muchísimos volantes su nueva etapa. Mercedes Montosa no renuncia a la sensualidad ni a la feminidad, pero sí juega con ideas sencillas en cuerpos o mangas que se complementan con una verdadera explosión de volantes en las faldas usando el trío de blanco, negro y rojo como protagonistas. En conjunto, una colección que sitúa de nuevo al Abanico, de nuevo, en su sitio y que deja varios trajes que apuntan directamente a instagram.

Rocío Olmedo, ‘Reinas del sur’. Sutil, elegante, bien conjugada y con su estilo más crecido y desarrollado. El estilo Madame y de los años 20, junto a una gran selección de joyas de Bárcena, envolvieron la que puede que sea la mejor colección de Rocío Olmedo sobre la pasarela. Un desfile que no fue rupturista, más bien potenció su carácter propio al elaborar estilismos más sencillos y dejó por el camino varias ideas diferentes en faldas y volantes, haciendo más uso de asimetrías en la composición de los mismos.

Pablo Retamero y Juanjo Bernal, ‘Meraki’. África como inspiración y los volantes o las hechuras que son marca de la casa como base de una colección bastante espectacular en el directo, con una sobresaliente elección de tejidos estampados y con las miras puestas en querer potenciar más la flamenca de pasarela que la propia de Feria con talles muy altos o volúmenes bien generosos. Sonará tópico, pero Pablo y Juanjo llevan desde que llegaron a We Love Flamenco una línea ascedente donde cada colección supera a la anterior, y esta Meraki evoluciona, mejora y refresca la flamenca que este dúo nos presenta.