A pesar de que esta décima edición de We Love Flamenco se está realizando con el orden de jornadas invertido, ni la apertura en sábado ni el domingo como segundo día se han visto afectados como los días fuertes de la pasarela. Y la tanda dominical de desfiles de ayer cumplió con creces y nos regaló esa tarde que la moda flamenca necesitaba.

Porque desde el inicio de aires trianeros de Carmen Acedo hasta la puesta de largo final de Ordóñez de la Plata, el domingo nos fue dejando muy buenas colecciones que es probable que se apunten a los nombres propios de la temporada y que demuestran por sí solas que este 2022 será difícil sacar en claro cuáles serán las tendencias de moda flamenca, ya que los diseñadores están haciendo suya esa máxima de hacer lo que saben que les va a funcionar. Y si además está bien hecho, ¿Por qué no hacer eso que les identifica? Veamos como lo hizo cada uno:

Carmen Acedo, ‘Arrabal’. La diseñadora trianera se estrenó en la tarde del domingo abriéndola y poniendo por delante un inicio que mira directamente al origen de su barrio, a ese carácter de Arrabal, para después pasar a sus canasteros de faldas elaboradas, colores vivos, lunares muy feriantes y tejidos que se mueven al vuelo. Un estilo perfectamente reconocible que siempre sabe dejarnos trajes con ideas que juegan con las posibilidades de los volantes y que, este año, lanza un estilismo a tener en cuenta: peina y flores pequeñas.

Lucía Herreros, ‘Volver’. El primer Volver del año tardó poco en salir y lo hizo con unas flamencas en las que su autora se recrea en sus lugares comunes y tira de morados, verdes, rojos, blancos o negros para vestir unos diseños en los que Lucía muchas veces parece querer ir más allá pero finalmente se queda en la formula que le funciona. Como hemos dicho otras veces, quizá 2022 no es el año para arriesgar, pero ese apunta maneras sigue estando ahí. ¿Será en 2023 cuando la veamos renovar su visión?

Daniel Robles, ‘María la Mexicana’. Había expectativas con esta colección y es obvio que será uno de los titulares incontestables de la temporada. A Daniel Robles le hacía falta una propuesta así, algo que le hiciera salir de su zona de confort y le hiciera romperse. Y así ha sido: su flamenca de inspiración mexicana nos deja una facturación impecable, varios trajes que serán recordados y que, una vez que pisen el albero, arderán en instagram y, de paso demuestran que hay diseñadores que este 2022 no han venido a jugar sino a ganar. Los bordados, los detalles artesanales, los flecos y el protagonismo e importancia que se la ha dado a cada traje así lo atestigua. El resultado es tan bueno que podríamos incluso dejar a un lado a La Doña.

Ventura, ‘Chandí‘. Si cuando aparecen tus flamencas sobre la pasarela sientes que esos volantes deberían de moverse a los acordes de ‘Sevilla de mi niñez’ de El Pali es que algo estás haciendo bien. Estaba claro que Jonathan Sánchez algún día volvería a sacar su vena más flamenca y nada que mejor que este punto y aparte que ha vivido el sector. Chandí es flamenca clásica pura, es años 70, es Feria en los Remedios y es la demostración de que un diseñador joven puede tener más conocimiento de historia de la moda que quienes, se supone, son las firmas clásicas. Y ojo, lo hace con una propuesta que comienza siendo genérica pero en la que el diseñador va de menos a más haciendo que, al final, prime su visión.

Javier Mojarro, ‘Amarre‘. Casi todos los años al finalizar su desfile se suele escuchar eso de: «este chico debería estar en Madrid«. Sin embargo aquí seguimos teniendo a un Javier Mojarro que entiende muy bien que una pasarela flamenca puede ser un vehículo perfecto para vender tu producto, más si cabe cuando los volantes siguen apareciendo y dando alas a su creatividad. ‘Amarre’ no es una excepción: hay flamencas muy modernas y con el estilo desenfadado de su autor, hay un estampado propio que puede servir para cualquier patrón y también hay propuestas de moda donde tampoco se olvida de donde venimos y que, como ocurre ya en otras colecciones, saben tener su papel dentro del desfile.

José Manuel Valencia, ‘Volver a ser’. El diseñador de Rociana del Condado ha sido el primero de la temporada que ha apuntado explícitamente al movimiento Lunar-OFF abriendo su desfile con imágenes de las manifestaciones (al cual le agradezco que contara con mi trabajo para ello) y con un traje negro. Tras ello cambiaba de tercio con una colección que, efectivamente, vuelve a ser y se va hacia el mes de Mayo con corraleras de Lebrija, imágenes de los patios de Córdoba y trajes donde hay sitio para lunares, lazos, pasacintas e ideas nuevas por parte de Valencia. Le sigue, como no podía ser de otra manera, su flamenca más personal, de puro estilo del Condado de Huelva, y que es una llamada directa a volver a la fiesta de las Cruces.

Ordóñez de la Plata, ‘Rennaitre’. El último ganador de nóveles de esta pasarela debutaba como profesional… casi sin saber lo que es una temporada recogiendo lo que le podría dar ese premio (o trabajando/aprovechando ese tirón en cuanto a ventas). Ahora bien, Javier Ordóñez dejó claro que no ha venido a probar suerte: una colección corta pero rotunda donde se nota que detrás de ella hay una persona que se quiere dedicar a moda flamenca y en el que sus trajes juegan con los tonos pasteles, los volúmenes excesivos, los detalles barrocos y la costura muy bien ejecutada que deja con ganas de más. Como decimos, este 2022 será su primera oficialmente donde podrá explotar su flamenca y quizá ahí él sepa ver qué estilo o qué camino coger, pero este ‘Rennaitre’, de momento, apunta muy buenas maneras.