La jornada más maratoniana y más larga, con diferencia, de esta sexta edición de We Love Flamenco nos dejó desfiles para todos los gustos en los que a lo mejor no vimos ninguna propuesta excesivamente rompedora pero en la que todos los diseñadores cumplieron su papel: fieles a su estilo, dejando claro que puede haber tantas flamencas como creativos haya y buscando siempre ese punto de definición que haga que la de este 2018 también sea de unos volantes únicos y especiales. Veamos, paso a paso, como fue cada desfile:

[La jornada comenzó con los desfiles de las firmas de Aránega y Pepe Fernández Sevillanía a los cuales no pude acudir por motivos laborales].

Ángeles Verano, ‘A mi manera’. A su manera, a la forma de entender la flamenca y la elegancia femenina a partir del «universo estilistico» que la diseñadora ha creado en toda su trayectoria y en los que colores como el rojo, negro, blanco, morado o verde llenan unos diseños que no necesitan mayor presentación para irse de Feria.

Ángela y Adela, ‘Musas del sur’. Sabor añejo, talles altos, volantes que demuestran lo bien que controlan la artesanía flamenca y unos trajes que nos devuelven la mejor versión de Ángela y Adela. A veces hay colecciones que, sin mayor pretensión, cumplen en la pasarela e invitan a reencontrarse con el estilo de sus creadoras.

José Luís Zambonino, ‘Hoy tengo ganas de tí’. Cuatro años y mil novias después el regreso de Zambonino a la flamenca fue un ejercicio de lo que, a lo mejor, se debería hacer cuando llevas años sin desfilar: un desfile exclusivamente de flamencas (ni novias ni fiesta, no lo necesitaba), fiel a su estilo, con guiños a lo que ya se conocía y con algunos detalles nuevos que, creemos, no tardarán en explotar. Así si.

Carmen Acedo, ‘Caléndula’. Flamencas canasteras de Triana, volantes inspirados por la tradición y la danza española, flores estampadas, lunares para irse a la Feria y una protagonismo importante del rojo. Carmen Acedo presume de estilo propio y clásico sobre la pasarela y así nos lo hizo saber un año más.

El Ajolí, ‘Raíces’. Huelva es algo más que una Romería. Esa frase es la que se podía leer entre líneas mientras desfilaban las flamencas de el Ajolí y sonaban fandangos de Alosno. La firma homenajeo el arraigo y la tradición de su tierra, haciendo gala de folclore, de jondura y, sobre todo, de un amor a su tierra que no se quedó en palabras: también se vio en los trajes.

Pitusa Gasul, ‘Vive tu Feria’. De manera sencilla, recurriendo al rojo para el comienzo y a su paleta de colores calmados que tan bien domina, Pitusa repasó los diferentes estilos de flamenca subiendo talles, dando protagonismo a los volantes en cada traje y abriendo el abanico de posibilidades para quienes quieran vivir la Feria con ella.

Pepa Garrido, ‘Vertigo’. Año tras año, la pasarela demuestra que la propuesta de Pepa Garrido no debe tener vértigo a nada: su desfile nos deja siempre flamencas clásicas junto a algún traje que, con facilidad, podría convertirse en un referente de temporada (mucho ojo al canastero amarillo sobre estas líneas). No olvidemos tampoco sus propuestas de fiesta aflamencada… dejan con ganas de más.

Luisa Pérez, ‘Paseate por Sevilla’. Por Sevilla, por su Feria. Allí es donde se paseaba una flamenca generosa en volantes, en lunares o en complementos que hacían un estilismo correcto y que invitan a irse al Real. La colección de Luisa Pérez sabe darle al público lo que busca pero, una vez más, tenemos que destacar que siempre hay que buscar y quedarse con esos trajes que se salen de la tónica habitual.

José Hidalgo, ‘Sevillanas’. Los recuerdos la infancia del diseñador inspiraron una flamenca que, en un primer momento, evocaba esos años 80 y 90 de perforados, lazos y colores primarios llevados a los volantes. Le siguió una recreación de su estilo, que sabe ser flamenco y festivo al mismo tiempo y que iba creciendo con cada salida. Convertir el mantón en poncho o hacer de los pequeños volantes el mejor aliado de la mujer cerraron una propuesta que confirma y marca la personalidad de José Hidalgo.