SIMOF 2018. Andrew Pocrid: Seaduction

Su flamenca puede producir muchas sensaciones, pero una de ellas sin duda es la de seducir. La Flamenca de Andrew Pocrid seduce, llama la atención, hace que te fijes en su caminar, en como va vestida, en como ha conjuntado su estilismo. Seduce en el momento que, rara vez, te deja indiferente. Es una de sus virtudes y una de las razones por las que el diseñador cordobés, y ya van tres temporadas, llegue a SIMOF, se propague por redes sociales o pise la Feria y siempre, siempre, va a estar acompañados de sus flamencas #chicaspocrid que están listas para lo que se espera de él: espectáculo.

Para su tercer acto sobre la pasarela, Andrew ha hecho la que quizá la simbiosis perfecta que mejor define su estilo, dando como resultado ‘Seaduction‘, una colección que viene a unir esa elegancia clásica que desprendía ‘La vie en rose‘ con el estilo internacional de ecos ochenteros (y su poquita de reminiscencia glam-italiana) que vistió a su D.I.V.A. O lo que es lo mismo: las líneas que definieron a sus propuestas anteriores unidas en una colección donde Andrew equilibra lo que parece que a él le gusta hacer con lo que el público espera de sus volantes. Dos vertientes que se entienden muy bien y que tienen el mar esta vez como denominador común. Un mar de azules, colores apastelados por su flora y fauna o los rojos de atardeceres. La inspiración se representa también en volantes adheridos a las mangas cual aletas, al dinamismo de los flecos, a las aplicaciones que recorren los cuerpos cual algas o al uso del tul que, patronado y cortado en diferentes tipos de volantes, recrea el oleaje. A ello se suma un estilismo que potencia el lado seductor de su flamenca, con pelo suelto que recuerdan a los años 70 (sobre todo en la segunda mitad del desfile) y con diseños que, a pesar de su flamencura, tienen ese toque estival que convence y seduce (nunca mejor dicho).

Ha sido de esta manera como Pocrid ha puesto sobre la pasarela su propuesta más redonda, donde su flamenca mantiene el intacto su caracter icónico, donde su personalidad permanece en cada diseño y donde, tal vez, vemos una madurez que demuestra que sabe muy bien el terreno que pisa. Y eso es imprescindible para montar un show como el suyo.

En líneas generales: Andrew Pocrid viste a su flamenca de sirena empleando una amplia paleta de colores donde volantes, lunares, aplicaciones o estilismos juegan a lo mismo: a seducir y a dar ese toque sobre la pasarela que no deje indiferente.

Destacamos: Todo aquello que incluya algo de Las Bistecs se merece nuestro respeto. Y hay mucha señora bien, señora fetén que mataría por ir a la caseta más rancia de la Feria de Sevilla con uno de estos trajes (después de haberse pinchado el bottox, obviamente) para que sus amigas rabiasen.

Nuestra selección: nos quedamos con el traje rojo de lunares sin mangas, el amarillo asimétrico y de flecos en morado y naranja.