Tras la intensidad de un sábado pleno de desfiles y que dibuja lo que debe ser la personalidad de la pasarela almonteña, Doñana cerró su D’Flamenca del 2019 con un domingo que también empezó pronto pero en el que hubo de todo para ver, desde los nóveles que buscan un primer contacto con el público hasta un Sergio Vidal que nos demuestra que lo que vimos hace 4 años en su regreso era lo que él quería hacer en su nueva etapa. Así lo vimos:
La mañana fue para los nóveles con la final del concurso de nóveles que alcanzaba su segunda edición con el formato que iniciaron en 2018: presentar un solo traje por finalista. Y aquí está una cuestión que da para muchas lecturas porque en Doñana, con un solo traje, se gana de premio el presentar al año siguiente como profesional en esta misma pasarela. Un arma de doble filo (porque los finalistas obtendrán algo de fama pero también dependerán mucho de su pericia y de la posible clientela que hasta ese momento no los conoce) al que se añade el hecho de presentar un único diseño. Sobre esto tenemos algunas cosas que apuntar:
- Un único diseño cerrado en temática rociera no es algo complicado. El Camino tiene mucha cuerda (lo estamos viendo en pasarela), solo hay que saber por donde estirarla. Hacer una colección de Rocío sería más difícil si no se conoce la romería.
- Un único diseño no es suficiente para conocer la valía de un joven creador. Menos aún cuando compites contra 22 personas más. Te la juegas todo a una carta: o impresionas a la primera o no te recordarán cuando vayan a deliberar.
- Un único diseño es un coste relativamente asequible: puedes comprar buenas telas, buenos materiales y pagar una costurera con buenas manos. Se puede conseguir todo lo necesario para ganar sin tener que donar un riñón.
- Un único diseño puede… darte un pasaporte que a lo mejor no es el que buscas. Nota a los jóvenes que se presentan a concursos: ganar un premio de novel, por muy modesto que sea, implica aceptar sus bases y aceptar un premio que a lo mejor no es lo que uno busca en su primera experiencia en pasarela. Así que cada uno piense qué es lo que le conviene.
- Un único diseño, por último, le dio el premio a Francisco Javier Pérez con una elaborada propuesta al que se sumó la mención especial para Laura Martín como mejor propuesta para Camino.
Diseño de Francisco Javier Pérez, ganador de nóveles.
Diseño de Laura Martín, mención especial de nóveles.
Álvaro Baturone, ’18 de septiembre’. El homenaje a Rocío Jurado del joven creador isleño se vio ampliado y adaptado a la pasarela con nuevas ideas de camino que se unieron a los escotes sugerentes, grandes faldas y mangas muy personales. En conjunto, una colección diferente pero que deja claro que Baturone tiene ideas y las quiere mostrar al público.
Adelina Infante repitió nombre pero no colección; su ‘Revelación’ vistió de nuevo a sus flamencas de negros, tonalidades de morados o lila e incorporó el amarillo para una flamenca de camino de talles a la cintura faldas con muchísimo y un concepto de moda de romería que también se dejaría querer en ambientes urbanos o feriantes.
María Ramírez presentó de nuevo su colección ‘Carmen’ en la que vimos de nuevo sus ideas de SIMOF y en las que las faldas desmontables y cubrefaldas ejercen un especial protagonismo. Eso sí, no faltaron trajes de flamenca y alguna propuesta más encaminada a lo que ofrece esta pasarela.
Sergio Vidal demostró que su segunda juventud en la moda pasa indudablemente por la flamenca de camino. Si bien su colección responde al nombre de ‘Resiliencia’, nos atreveríamos a rebautizarla como ‘Cítrica’, no solo por el estampado final con naranjas, también por el uso de colores en esa tonalidad que dieron a sus flamencas una vitalidad y una frescura muy agradecida para ese Rocío que será en junio.
Lola Martín cerró los desfile de D’Flamenca Doñana 2019 con una colección en la que se le veía claramente influida por lo que se entiende como flamenca clásica en Huelva: hechuras de siempre, deudoras de los grandes maestros onubenses y trajes hechos para ferias y fiestas de la tierra.