Los volantes son casi siempre lo que llevan o no al terreno flamenco un diseño, cualquiera que sea su origen. Pueden hacerlo con un color liso, sin más. Los lunares están ahí para añadir mayores dosis de flamencura, o para insuflar un estilo aflamencado ante la ausencia de volantes.
El estampado por antonomasia del traje regional es siempre tendencia, hablar de ellos en pasarelas es como hablar de flecos o volantes: siempre van a estar. La cuestión es cómo, de qué tamaño, con qué protagonismo o en cual color. Si en nuestro primer recopilatorio de trajes fuimos a lo fácil quedándonos únicamente con trajes en color rojo, ahora hemos hecho lo contrario: os traemos una selección de 32 diseños donde los lunares son protagonistas y en los que hemos descartado toda combinación que implicara rojo, blanco y negro mezclados entre sí. Al prescindir las opciones más típicas nos ha quedado un ramillete bastante colorido y en el que se ven ideas que, en principio, pasan desapercibidas. Aquí os las dejamos:
Parejas de baile. Comenzamos con trajes en trama bicolor y que presentan una mezcla en la que unos determinados tonos en fondo y lunar saben darse la réplica. Especialmente interesante fue el uso de beige-crema con azul pavo en el desfile de Delia Núñez, en uno de los que puede que sea de los mejores trajes vistos este 2024. Pablo Lanzarote aflamencó con lunar azul un diseño que en rojo (y en ese corte) será del gusto de la flamenca no tan tradicional. Por su parte, las adeptas al colorido y la saturación deben echarle un vistazo al fucsia con amarillo de flúor de Sergy&Tapiju. Otra combinación que, sobre el papel y a priori, no sería de las primeras que elegiría cualquiera pero que en resultado ha sido un sí es el verde-lima con lunares azules de Bella Elvira.
Multicolor. Rompiendo la tónica bicolor que suelen verse en los trajes de lunares, y obligando a pensarse bien como meter mano a los complementos, las firmas este año han jugado con el pantone y los tejidos. Una de las primeras ideas que nos llamó la atención fue la unión de celeste, terracota y morado de José Hidalgo (y con lunares XL): podría haber sido una catetada o un acierto, y nos inclinamos por lo segundo. Traje clásico, colorido muy pop-art y bastante luminoso en la muestra de Yolanda Moda Flamenca. Estampado similar al anterior, aunque bastante suavizado en lo visual, el diseño de Teressa Ninú entre verdes y buganvillas. En el caso de José Galván el colorido lo ponen enaguas, pasacintas y los volantes en las mangas estampadas, dejando el cuerpo en una elegante combinación de celeste oscurecido y lunaritos negros.
Lunares de colores (y fondo blanco). En 2023 ya se veía como tendencia y este 2024 se ha dejado ver de diferentes maneras en pasarela. Cierto es que se trata de una combinación con la que hay que tener cuidado para no caer en la inspiración circense ni resultar muy ñoña. Ángela Trigo lo transformó en un look con su poco de aire ochentero al complementarlo con una chaqueta fucsia. Yolanda Rivas lo pone en acuarela mezclado con volantes amarillos, Atelier Rima en lunares desiguales y una trama de color que haría las delicias de una flamenca ye-yé mientras que Jesús Morilla fusiona el amarillo con varios tonos de la gama de lilas y buganvilla.
Blanco y morado. Muy presente en las pasarelas en casi todas sus gamas, aunque con muchos diseños interesantes en el tono que nos trae, el morado más andaluz, ese que se llama nazareno, es un clásico, si bien hay firmas que reconocen no encontrarle una salida comercial tan rápida como otros colores. Llevándolo al lunar, sobre fondo blanco y en un estilo que remite directamente a su taller, la flamenca de Lina. Muy deudora también de las querencias y de los patrones que le gusta realzar en su flamenca, el canastero con volantes en zigzag de Pilar Vera. Mezclando dos tonos, dos piezas y unos buenos volantes por toda la manga (en otro diseño representativo de su estilo) lo vimos en El Ajolí. Por último, ya fuera del estilo clásico, y en lunar maxi, José Joaquín Gil presentó esta pieza morada para las flamencas menos ortodoxas.
Nude-maquillaje-tierra-polvo. Cojamos la paleta de colores de bases de maquillaje, añadid polvo de albero y tenemos las variantes cromáticas que veis sobre estas líneas. Es decir, un camel o un naranja en presencia más cálido. El camel con lunar morado (y flocado) de Mónica Méndez es un sí rotundo (y ojo, ese mix se presta a muchas ideas más). También con manga poblada de volantes o escote marcado pero llevando el naranja (con gradiente de amarillo) al lunar, la flamenca de José Raposo. Toque andalusí, con naranjas que tienden al marrón y trajes muy en tendencia fue la línea con la que Rosa Pedroche abrió su desfile. Y si en este post hemos intentado sacar combinaciones de lunares que, en principio, parecen imposibles pero luego en trajes son atrayentes, el nombre propio es Rocío García: la diseñadora lleva dos colecciones con elecciones de color complicadas que está sabiendo resolver con mucho gusto.
CoralIntensoCasiNaranja. Sin salirnos de la gama del párrafo anterior, pero centrándonos en dos vertientes primarias tan propias de la flamenca como son coral y naranja, nos paramos primero (y de nuevo) en lunares morados, esta vez con fondo coral y con un punto muy femenino de Sara Sanabria. Ecos de finales de los 90, falda con muchísimo vuelo y lunares distorsionados es lo que propone Manuela Macías. Entallado, asimétrico, en naranja intenso y detalles de verde (combinación clásica, por cierto) fue la elección de José Manuel Valencia. Costumbrista, en una tela que en otros colores se veía muy setentera, y en una hechura atemporal vimos la flamenca de Alejandro Andana. Y ojo a esta última: los madroños verdes remiten a ese mix de blanco-naranja-verde que tanto furor causó en los primeros 2000.
Tejidos con brillo. El popelín, la batista o los crespones se identifican directamente con lo clásico, más aún si la textura es mate. Por ello no es raro que a veces las firmas recurran al brillo en los tejidos para realzar sus diseños de lunares y alejarse (relativamente) de lo de toda la vida. Ernesto Sillero además lo lleva a un palabra de honor y en gris-blanco que resulta perfecto para feria o evento. Carmen Raimundo pone escote barco y un luminoso tejido blanco que se remata con volantes y lunares azules. Fiel a su línea de intercalar ideas de costura de fiesta con flamenca clásica, Luis Fernández tomó el lila (y lunares muy unidos) con otra de las claves del 2024: el escote cuadrado. Siguiendo la dinámica de tamaño desigual (y con lunares semitransparentes que en foto no se aprecian) la flamenca de Carmen Benítez en rosa.
Mantoncillo y lunar de toda la vida. Finalizamos el repaso con la hechura clásica y por antonomasia de la actual Feria de Sevilla: flamenca de volantitos, neja y mantoncillo al cuello. Muy de aire flamenco y con carácter la mezcla de negro, amarillo albero y flores en coral de Luisa Pérez, que hace algo tan sencillo como no caer en el lunar blanco para darle un empaque especial a su flamenca. Azul intenso, lunar blanco, cuello caja y porte muy elegante en la flamenca de Ismael Domínguez. También azul, aunque con lunar rojo (combinación baratillera para los sevillanos) y volantes de pico lo traía Carmen Acedo. Por último, variamos el patrón con la neja enteriza, volante canastero y detalles al hombro (sin olvidar mantoncillo) el amarillo y naranja de Hermanas Serrano.