El ecuador de pasarela o la entrada en el fin de semana de We Love Flamenco nos trajo como resultado una tarde dificil de encajar en cuanto a enfoque y llena de contrastes entre diseñadores, propuestas o estilos. Podría decirse que, por una parte, teníamos flamenca puramente clásica (Lola Azahares, Fabiola, Rocío Olmedo), pues las colecciones que así se presentaron lo fueron y mucho. En la otra cara estuvieron dos desfiles en los que los trajes de flamenca tuvieron que compartir protagonismo con otras propuestas no tan aflamencadas (Rafa Valverde y Marco Zapata). El punto medio entre ambas, y siempre entre flamencas, lo pusieron Pablo Retamero y Juanjo Bernal con su homenaje a Lola Flores. Veamos como fue cada desfile:

 

Rafa Valverde, ‘Mi cosaria’. Aires parisinos a modo de herencia e inspiración familiar. Eso es lo que envolvía a una propuesta cuya elegancia venía cosida al detalle en (apenas) una docena de trajes de flamenca perfectamente ejecutados, con una carta de color exquisita (verde y azul sí pegan), con un sentido de la elegancia y del buen gusto intachable y con un estilismo que hace gala del menos es más.

 

Lola Azahares, ‘Cuatro estaciones’. Los colores elementales tiñen la flamenca de una firma que continua por su querencia por patrones clásicos llevados a combinaciones de estampados, lunares y tonalidades que a veces cuesta clasificar o encajar en un determinado estilo. Aún así es la estructura que brinda la forma (más que el estilo) del traje lo que hace siempre que se identifique a Lola Azahares con la flamenca clásica.

 

Marco Zapata, ‘Papillon’. Sensualidad, brillo, detalles en forma de aplicaciones o pedrerías y exaltación de lo femenino y de no conocer la indiferencia. La forma de entender la moda de Marco Zapata se abre de nuevo paso en una propuesta donde la flamenca emula la moda de fiesta y donde la misma moda de fiesta coquetea con los lunares o con la celebración de etiqueta pura y dura. A destacar muy mucho el estilismo de mariposas salpicando el pelo de las modelos.

 

Fabiola, ‘Nardos, jazmines y naranjos’. Los patios sevillanos y cordobeses se convirtieron en el telón de fondo para vestir y reencontrarse con una flamenca que, año tras año, hace de la atemporalidad su mejor aliada. Fabiola crea volantes por y para la Feria de Sevilla con lunares, mantoncillos, abanicos, flores y complementos que invitan, de nuevo, a irse al Real.

 

Rocío Olmedo, ‘Las flamencas de Murillo’. Fiel a su estilo, a su paleta de colores, al lunar negro o a los mantoncillos de picos pequeños. Rocío Olmedo puede presumir de tener un sello propio en moda flamenca que hemos visto definirse en pasarela y que ahora, entre pequeños volantes, ausencia de rellenos, presencia de morados, verdes y algunos estampados florales se erige en una flamenca clásica que, en esta ocasión, evoca la belleza pictórica de Murillo.

 

Pablo Retamero y Juanjo Bernal, ‘Mi lerele’. Dos batas de cola en su concepción más folclórica o ortodoxa abrían y cerraban la colección con la que Pablo y Juanjo homenajeaban a la faraona. Entre medio, varios grupos de trajes donde la exquisita elegancia de la flamenca iba siempre in crescendo hasta crear un conjunto que, en lo que llevamos de pasarela, puede que sea el más completo (o variado) en cuanto a ideas diferentes (pero cohesionadas) en una misma colección. Mucho ojo a algunos trajes que tienen la pinta de convertirse en virales.

 

Hoy sábado comienzan las jornadas grandes o maratonianas con un total de 11 desfiles sobre la pasarela: Aránega, Pepe Fernández ‘Sevillanía’, Ángeles Verano, Taller de Diseño, José Luís Zambonino, Carmen Acedo, El Ajolí, Pitusa Gasul, Pepa Garrido, Luisa Pérez y José Hidalgo. Os recordamos que en nuestras cuentas de instagram y facebook iremos subiendo contenido exclusivo a pie de pasarela y que mañana viernes habrá post de resumen con lo mejor de la jornada.