Desde que lo anunció hasta ver el último traje de la colección, no ha habido duda de que Alonso Cozar ha hecho en este 2020 la colección con la que sin duda vamos a recordarle cuando pasen unos años: ‘Rocío’ habla de Almonte, de la Romería, apela a nuestros recuerdos, al sentimiento, es genuina y fiel a su idea y consigue aunarlo todo sonando a nuevo y sabiendo formar parte de la flamenca de 2020. Así, nos ha quedado un post que, como veréis, habla de la colección y de muchas más cosas que conviene no olvidar:

El Rocío con el que crecimos: del recuerdo a la pasarela. ¿Recordáis la Romería del Rocío que se podía ver en los primeros años 90 con unas recién abiertas Antena 3 o Telecinco?, ¿Os viene a la mente el Hola!, el Pronto, el Semana, Lecturas o el Diez Minutos de los famosos de romería?, ¿Ponéis en pie los especiales de Isabel Pantoja, el seguimiento de los paparazzi a Carmen Ordóñez desde Triana a la aldea o las imágenes de Rocío Jurado, Juanita Reina o Lola Flores en sus casas? Pues todo ello se recupera, se recuerda y se homenajea en esta colección. Alonso Cozar toma el Rocío de los últimos 80 y primeros 90, el Rocío que se abrió a la prensa del corazón, el que demostró que los famosos lo vivían como un peregrino más y en el que los reporteros todavía pudieron documentar una romería genuina y realista, muy alejada del postureo de filtro tostado e instagram de la actualidad. Cozar nos lleva al Rocío siendo Rocío y recordando que quizá cualquier tiempo pasado fue mejor. Quizá porque muchas y muchos eran ellos mismos y no un personaje.

Todo vuelve en flamenca, todo vuelve. Hace cinco años habrías renegado de esas mangas voluminosas al hombro, de los talles altos y de los volantes con tiras bordadas que probablemente lucías cuando no tenías ni 10 años, pero ahora el discurso cambia, hasta el punto de que Alonso toma los preceptos de esa flamenca noventera y lo traslada y lo encaja en el 2020 sin mayores dificultades: tanto los hombros que no dejan mirar a un lado, como las tiras o puntillas se integran en una flamenca que, en patrones, si se asemeja a la tendencia actual y a la que se ha añadido otra tendencia propia de la época y de inspiración y que ahora está en desuso: los lunares de diferentes colores. En suma, ‘Rocío’ es una traducción perfecta de la flamenca de hace dos décadas al momento actual.

De Almonte a la Aldea. Salpicada entre el discurso que marca la colección, también encontramos durante el desfile, algunos detalles que marcan a la flamenca rociera en estado puro, a aquella que podría llamarse de romería pero cuyo perfil solo se entiende en la marisma: hablamos del pañuelo en la cabeza, el pañuelo/mantoncillo con un pequeño volante puesto sobre el traje de forma clásica (lazo medinte) o incluso la forma de colocar las flores. Si hay algo que le podemos agradecer a Alonso Cozar este año es su capacidad de haber hecho un retrato fidedigno y el esfuerzo por no salirse de la idea que guía la colección.

Y no, hacer una colección de Camino no es hacer una colección menor. A pesar de los años y de que muchos diseñadores, sean de donde sean, tienen el gran grueso de sus ventas en la flamenca de romería, siempre ha habido un miedo implícito a plantar una colección íntegra de romería en una de las pasarelas sevillanas. Se tiene la idea de que en Sevilla debe venderse flamenca de feria si desfilas, pero si observamos muchas de las colecciones, muchas de esas flamencas tienen un estilo que, bien se sabe, no acabará en la Feria de Abril, sino en su zona de procedencia. También se piensa que una colección de romería es como algo menor o de segunda clase, algo así como la marca blanca de la flamenca de feria. En los últimos años se ha superado ese discurso, se ha demostrado que la flamenca de Camino tiene muchísima moda y creatividad y se la ha dado su sitio, pero a veces esa «moda» enmascaraba el no hacer una propuesta ortodoxa que fuera de la pasarela a las arenas. Alonso Cozar ha superado ese prejuicio y su colección ‘Rocío’ ni mira a la Feria, ni mira a la creatividad, ni va hacia la fiesta aflamencada, ni intenta abrir ideas nuevas en las arenas: es una flamenca que mira por y para la Marisma. Y esa rotundidad hace que se pasee sin ningún problema por SIMOF.

Nuestra selección: nos quedaríamos con cualquiera de los blancos del comienzo, el de los volantes al hombro en azul  el rojo con la falda entera de tiras bordadas.

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