Alguien me dijo una vez de él: atento a ese chaval. Esa atención o esa advertencia llegaba solo con un vestido, de flamenca y visto en un desfile colectivo de la escuela Sevilla de Moda. Una persona, colega de profesión y también procedente de esa escuela, me dijo que lo tuviese en cuenta, que el chico prometía. Y así es.

Joaquín Dogo no ha tenido prisa y no ha hecho la carrera cogiendo por la calle de en medio. Alguien o él mismo le habrían hecho ver que un diseñador no nace por haber hecho un buen vestido que luego hiciese ruido en la pasarela o instagram. Nada de eso, el joven de Moguer ha ido despacito, con buena letra, poco a poco y sin apresurarse hasta el día de hoy. O, mejor dicho, de la semana pasada cuando por fin vimos en Code41 su primera propuesta que quizá responde a las expectativas creadas en torno a él: ‘Raíces‘ es la unión de la inspiración del sur con la búsqueda de volúmenes diferentes, un patronaje elaborado o una puesta en escena que se crece en cada salida y que, por cierto, es deudora de los diseñadores que van a inspirar a las nuevas escuelas de talentos: si la década de 2010 fue la de Sthephane Rolland, la de 2020 parece que viene a consagrar el legado de Viktor&Rolf como el que moverá a las juventudes que acuden a escuelas de moda y que tiene en Leandro Cano su pupilo más aventajado.

Y Joaquín también es uno de ellos: por delante le queda mucho que mostrar, muchos diseños que crear, errores a cometer, éxitos a saborear y algunas pasarelas en las que dar un golpe sobre la mesa que le permita moldear una carrera que, a su tiempo, vaya pasando de novel a profesional, de promesa a consagrado. Su trayectoria es obvio que no ha hecho más que empezar, pero será cuestión de tiempo que (si las cosas no se tuercen y que si el fantasma del ego no aparecen) esa fusión de costumbrismo, de modernismo rural y de diseño o patronaje estudiado encuentren el momento de despegar. De momento, os dejo con las imágenes de ‘Raíces’, una colección cápsula que deja con ganas de más y que es motivo de sobra para deciros las mismas palabras con las que empieza este post: atentos a este chaval.

Créditos:

Diseños y fotografías: Joaquín Dogo.
MUAH: Antonio Domínguez.
Modelo: Marina Caballero.