En todos los procesos creativos siempre hay veces que se cruza una circunstancia personal en la vida del creador que le inspira y le hace tomar una línea o una idea queriendo hacerle llegar a los demás un sentimiento más que otra cosa. Somos humanos, somos sociales y nuestras emociones nos gobiernan, nos guían y nos hacen trabajar (diseñar en este caso). Miles de ejemplos tenemos en moda flamenca: cosas buenas, cosas no tan buenas. Ambas han sido el origen de muchas y muy buenas colecciones. Las buenas son relativamente fácil, las malas hay que saber llevarlas, hay que saber hacerlo con gusto, tacto o sensibilidad para no caer en sentimentalismo barato y hacer que la costura, que lo está en pasarela sea lo que hable. Esta premisa la podemos extender incluso al conjunto de la moda: si te tienen que explicar qué estas viendo, a lo mejor es que quién lo ha hecho no ha sabido hacerlo llegar.
Pilar Arregui sí consigue que lo veamos con ‘Tora’. La diseñadora malagueña llegaba por fin a pisar la pasarela de SIMOF con su propio nombre y lo hacía con una colección dedicada a una mujer que, ante la peor de las noticias, no quiso esperar. Cuanto antes mejor. De ahí el nombre de ‘Tora’, un desfile que comienza en negro riguroso y con gafas de sol (a modo de ocultar o de negar la realidad) y que poco a poco se va despojando de la negatividad y va yendo hacia esa luz teñida de rosa. El desfile de hecho comenzaba con una comedida sobriedad y finalizaba justo en ese feliz y esperado final.
El camino no es fácil y como tal se muestra de modo gradual, con una batalla entre negros y rosas en la que poco a poco el primero va cediendo y el segundo va venciendo. Una metáfora cromática que muestra una lucha que se libra en varias batallas y que personaliza un momento en la vida de muchas mujeres en que al principio todo lo ves oscuro, pero a cada paso, a cada avance, todo se vuelve de color, todo mejora. Y lo que al principio es negro riguroso va a dando paso a flores, a lunares, a blancos o rosas y también a un gris que queda como esa marca, como ese recuerdo de no olvidar que el camino no ha sido fácil. A la positividad misma, a un final feliz que solo las ‘Toras’ saben escribir.
Pero además de todo el simbolismo que viste a estas flamencas, hay algo también muy a señalar y es que ‘Tora’ es la colección en la que Pilar Arregui evoluciona y va más allá con su estilo, consolidando ideas que ya tenía, añadiendo algunas nuevas y, especialmente, haciendo un trabajo bastante destacable en escotes, espaldas o mangas, mientras que las faldas se quedan en un saludable punto medio entre el exceso de volumen o la ausencia del mismo. Quién sabe, lo mismo ha sido la fuerza y el empaque de una ‘Tora’ lo que ha llevado a Arregui a arriesgarse, a luchar aún más por lo suyo (por su flamenca), a hacer realmente lo que le apetecía y a darse cuenta de que hay oportunidades o momentos que solo se aprovechan una vez en la vida. Y de esto último nos pueden hablar mucho las ‘Toras’ que todos conocemos.
Nuestra selección: el traje negro asimétrico, el bicolor en rosa y negro o el de cuadros y estampado floral.
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