Aunque el tiempo ahora mismo no termina de acompañar y aunque el calendario se ha apresurado mucho este 2018, la Feria de Abril está a punto de comenzar. Sevilla vivirá su Feria en pleno ecuador de su mes por excelencia y lo hará con mil flamencas que saldrán de talleres, tiendas, pasarelas, desfiles y colecciones. Ahora es el momento de que los volantes toque su verdadero destino y razón de ser: la Feria.

Como hicieramos el año pasado, vamos a repasar lo mejor de la temporada uniendo los diseños e ideas en 10 grupos temáticos: lisos, lunares, estampados, canasteros, dos piezas, clásicos y creativos. Siete visiones diferentes del traje de flamenca con el que pretendemos esbozar lo mejor de la temporada en pasarela y, creemos, no faltará en la Feria. Continuamos nuestro repaso con el estampado que define de por sí a la moda flamenca: los lunares. Más grandes, más pequeños, de cualquier color o disposición o diseño. Los lunares no pasan de moda, justo al contrario: un traje de flamenca tiene más opciones de venderse si los incluye. O al menos eso pasa actualmente.

Veamos ahora una selección:

Flamenca Pol Nuñez puede presumir de combinar colores, tejidos, estampados y, por supuesto, lunares de manera casi magistral. El estilo marcado por la casa sevillana nunca decepciona y este año han sido capaces de unir tonalidades tan contrastadas y acertadas como las que vemos en este traje de lunares con colores cálidos.

El corte de traje acertado con los lunares acertados: Pablo Bernal y Juanjo Retamero incluyeron en su homenaje a Lola Flores el amarillo con lunar negro para dar ese toque racial o de caracter a una flamenca que, en este diseño, lleva una de las hechuras que definen las tendencias actuales.

Una tela de siempre elevada a la categoría de Moda. Luís Fernández tomó el rosa y el lunar grande de siempre en otro de los diseños de su ‘Serendipia‘ que se recordaban a la primera. Poco más que añadir a una de las piezas que mejor conjuga elegancia con clasicismo.

En su revival setentero sonaron Las Grecas, hubo gafas de sol a lo Pantoja y las flamencas parecían sacadas del Rocío de la época. Para añadir ese punto a medio camino entre lo cañí y lo psicodélico, María José Blay se entregó a un diseño original de lunares que recuerdan bastante al grafismo de la época.

Más separados pero muy presentes: Daniel Robles hizo del blanco y azul añil una unión valedora de la flamenca femenina y sensual con una trama en la que el fondo comparte el mismo protagonismo que el estampado.

Otra propuesta en tejido y forma clásica que viene a demostrar que con buenas hechuras y una idea clásica no se necesita más: Juana Chaves y Antonio Serrano tiraron hacia lo gitano en este diseño que tiene en el rojo y el blanco la seña del nombre de su colección: 100% Flamenca.

Dorados, en tamaño XL y acompañando uno de los diseños que facilmente reconocen su trabajo: Miriam Galvín ha transformado el batín en el atuendo perfecto de la flamenca, usando este año la mezcla entre el azul real con una tonalidad dorada que suma todo un acierto para la temporada.

A los volantitos en falda y a los lunaritos negros rara se les encuentra un pero: son dos ideas que ayudan a la flamenca a acertar y que a Carmen Raimundo le ha brindado en su colección ‘Santo‘ otro de esos diseños que son atemporales y que siempre quieres ver en Feria.

Hablando de trajes que no pasan de moda, El Ajolí dejó en su ‘Raíces‘ varias hechuras que enganchan a la primera, que son lo suficientemente clásicas y a la vez frescas como para admirarlas sin más. Este traje blanco de lunar rojo es uno de ellos: flamencura real sin aditivos.

¿Puede una tela básica y, en teoría, destinado a un corte clásico convertirse en la pieza fundamental de una de las obras creativas de la temporada? Si. Es lo que ha hecho Juan Boleco: tomar telas básicas de lunares y jugar con ellas y con las posibilidades del patronaje hasta darnos una ‘Catarsis‘ creativa y moderna con trajes como este.