El ecuador de la supersemana de la moda flamenca en Sevilla o el día en que la XII edición de We Love Flamenco encara su recta final. La pasarela de Go! Eventos llegaba a su quinta tarde con una jornada dedicada a la moda flamenca infantil y dando un espacio a firmas que están especializadas en flamencas de la primera edad. Una forma que ha tenido la organización de integrar en su programación un tipo de desfiles que, por sus características, cuesta encajar en las cronometradas jornadas de pasarelas flamencas. El resultado, ya probado en años anteriores, fue bueno y cuando a eso de las 9 de la noche llegara el turno de nuevo de las flamencas adultas con el pase benéfico de la Hermandad del Rocío de Sevilla apenas hubo que contar retraso en Campana en el Salón Real.
Pero ayer era el día de ellas, de las flamenquitas que dan sus primeros pasos entre volantes, que quieren mover sus lunares por el Real y que empiezan así su armario flamenco, ya sea para la Feria o el Camino. Teniendo como denominador común el hecho de que los trajes palparán el albero más que la espuela de un caballo (pa qué engañarnos), tanto Notelodigo como Carmen Fernández y Marta Arroyo nos dejaron unas líneas clásicas y sencillas, poniendo el acento en la comodidad y en los mantoncillos. Ana Campos por su parte sí nos dejó un gran arsenal de detalles y de volantes enriquecidos. Así lo presentó cada firma:
FPM Moda Flamenca. Cuadros de vichy, talles altos, color blanco y volantes al hombro fueron las ideas esenciales que Carmen Fernández de Peñaranda llevaba a pasarela. Una flamenca sencilla, clásica y funcional sin mayores rarezas, con colorido y que nos dejaba trajes tanto para la Feria como el Camino.
Marta Arroyo, ‘Genesis’. Los talles altos, el lunar pequeño y los volantitos también centraron las creaciones de Marta Arroyo que también dejaba una estampa de flamenquitas típicamente sevillanas, buscando como elemento propio el mantoncillo rematado con madroñeras o el pico de pañuelos con un pequeño volante. Colores variados, tejidos flocados y juego de volantes para un estilo que se reconoce en el Real hispalense.
Ana Campos, ‘Moñas de Jazmín’. Un ramillete variado de flamencas clásicas, de lunares, colores y volantes cuajados de detalles, cintas de terciopelo, lazos, entredos, plisados, madroñitos… Ana Campos nos ponía por delante trajes para las más pequeñas hechos para lucirse y en los que la diseñadora hacía una lectura con gusto y elegancia de los conceptos clásicos de la flamenca de Feria, en el que se veía un trabajo artesano que iba más allá de la neja o el volante al hilo y en el que hubo sitio para estilismos en los 3 colores flamenco, ideas apasteladas y mucho lunar blanco. Visto su desfile daban ganas de verla haciendo otro de flamenca adulta.
Hermandad del Rocío de Sevilla. Del Salvador a la Aldea. Tras el pase de Triana el lunes ahora tocaba ver las creaciones de las firmas relacionadas con otra de las filiales de la capital. Y el camino que Sevilla nos presentaba parecía centrarse en momentos como la salida o ya en la aldea, con una romera menos batallera y más metros de tela. Así lo mostraban Pablo Retamero y Juanjo Bernal a través de blanco, verdes y beige. También de blanco (y lila) se vestía la propuesta de un Pablo Rodríguez al que se ve cómodo con este tipo de flamenca y que ponía el foco en los tejidos perforados, telas bordadas o lazos. Por su parte Guzmán sorprendió con una propuesta de naranjas, amarillos y rosas que le sentaba como un guante a su patrones, siendo quizá la vez que le hemos visto con las ideas más claras en pasarela. Cristina Rodríguez abrió cual abanico la paleta de colores en 8 trajes más propios de camino y con mucho volante al hilo, mientras que Rocío Olmedo y Luisa Pérez nos trajeron respectivamente una visión de sus estilos clásicos llevado a la flamenca infantil y adolescente.