De los que llegan buscando un premio que les sitúe en el sector a quienes llevan toda la vida con su identidad bien definida, pasando por quienes son de la tierra y están dando imagen a una flamenca más allá de Sevilla. La jornada de cierre de Andújar Flamenca condensó varias de las ideas que vertebran actualmente el sector de los volantes y puso sobre la pasarela los ingredientes que nunca deben faltar en un evento como este.
Empezando, como no podía ser de otra forma, con ‘Muévete Flamenca‘: el concurso de noveles de esta pasarela (y único de las principales citas que actualmente tiene un premio en metálico) abría un domingo casi primaveral con las propuestas de 7 emprendedores en la moda flamenca que buscaban su hueco en Andújar Flamenca 2025 y, lógicamente, en los volantes. Como hemos visto ya en esta temporada (y en las últimas) pues lo de siempre: colecciones comerciales, ideas vistas, volumen, algo de romerías, amigos-familiares-fans aplaudiendo una costura más que dudosa y, por supuesto, su poquito de Paloma Urban Fashion. Era difícil que ante ese panorama se le volviera a escapar el premio a una Carmina Fernández que venía quedarse a las puertas en el mismo concurso en We Love Flamenco y esta vez su colección inspirada en el mar sí pudo llevarse ese ansiado reconocimiento. Carmina no inventaba la rueda pero tiene dos cosas: un proyecto claro y una visión que no cae en los efectismos fáciles de las redes sociales. A ella se unió una mención especial para la almonteña Lucía Rincón con una propuesta colorida, hecha para romería y bastante resultona pero en la que se ve que todavía quedan muchas cosas por madurar.
Concurso Muévete Flamenca [De izquierda a derecha]: Tom Márquez, Eli Martin, Manuela Martin y Montse Aguilar.
Concurso Muévete Flamenca [De izquierda a derecha]: Lucía Rincón (mención especial), Carmina Fernández (ganadora) y Taboada de Guevara.
También en la mañana tuvo lugar el desfile de Aurora Gaviño (sobre estas líneas). La diseñadora presentaba de nuevo su colección ‘El danzar de las mariposas‘ y hemos de decir que la luz diurna favorece bastante a esas flamencas en blancos, beige, tonos apastelados, estampados paisley o incluso negro, todas ellas repletas de detalles en encaje en una propuesta donde la diseñadora deja claro que su estilo está por encima de las modas.
La jornada de tarde concentró cuatro desfiles: Micaela Villa (con punto de venta propio en Andújar) trajo lunares, mantoncillo y esos cortes clásicos (a la vez que asequibles) que nunca faltan en cualquier fiesta andaluza. Por su parte Carmen Benítez mostró una versión dosificada de su colección ‘Anhelo’, a la vez que incorporaba novedades en los diseños y se dejaba llevar por el negro o el naranja para ampliar la paleta de colores.
Flor de Cerezo volvía de nuevo a esta pasarela con sus flamencas ‘Gaudianas’, también con nuevas incorporaciones a la idea de la colección, tanto en traje en color liso como en el estampado de vidrieras que ha definido a su línea principal para el 2024. El cierre de la pasarela, al igual que en años anteriores, corrió a cargo de la madrina de la edición: Ángeles Espinar. La veterana casa dedicada al mantón de manila y a las mantillas desplegó un ramillete de bordados, artesanía, flecos y color para ilustrar su saber hacer en el que probablemente sea el complemento más demandado en la flamenca actual y, de paso, auto reivindicar su legado. Un gran pase que contó además con colaboraciones, como los trajes de flamenca de Mari Carmen Cruz.
Con este desfile pusimos punto y final a una pasarela que se consolida cada año más, que en este 2024 ha optado por aligerar sus bloques de desfiles (lo cual se agradece y bastante) e intentar que el evento sea algo más que ver trajes: Andújar Flamenca es en sí una feria con el centro de esta localidad a modo de Real, y como muestra toda la actividad que hay allí en esos días. En 2025 veremos como continua todo.
Micaela Villa, colección 2024.
Carmen Benítez, ‘Anhelo’.
Flor de Cerezo, ‘Gaudianas’.
Ángeles Espinar, madrina de Andújar Flamenca 2024.