La moda flamenca a veces se comporta como el barco pirata de la Feria, va dando bandazos de un lado a otro. Imaginen: en uno de los lados, metidos en una de las cárceles, están quienes cada año se estrujan el cerebro por mostrar algo nuevo y se encargan realmente de impulsar las tendencias del sector. En el otro extremo, la otra cárcel se llena de quienes se creen que están haciendo moda pero en realidad están fijándose en quienes están enfrente, esperando a que uno de los gritos que se sueltan mientras el barco se mueve les dé alguna idea (que ya no será nueva). En medio, en esos asientos con sus barrotes de seguridad, se quedan quienes no han venido a la flamenca a inventar nada y prefieren quedarse en hacer lo clásico a su manera.

Volvamos a las cárceles: en ese juego de equilibrios y vaivenes, de ir a un lado y a otro, de hacer vaivenes en general, están no pocas firmas (sean o no de pasarela) que presumen de crear moda flamenca exclusiva y creativa en sus redes, pero que, si las miramos con la perspectiva de los años, la verdad es que nos cuesta responder a la pregunta de cómo es su flamenca. O que la respuesta sea: su flamenca es la que se lleva en ese momento. Un ir y venir de estilos (seguimos montados en el barco) que tiene otra consecuencia en el mercado actual, y es la saturación de ideas, hasta el punto de que lo que hoy es un fresco y novedoso, mañana está quemado porque, efectivamente, hay quienes prefieren fijarse en los demás que en ponerse a pensar.

Ahora nos bajamos del barco y vayamos a lo de hoy: bajo esta premisa, y con Instagram en una mano, es fácil esbozar las ideas que este 2024 han triunfado en los volantes, algunas lo hicieron en pasarela y otras emergieron durante la temporada en las flamencas de feria. Siete ideas, o siete ítems que pueden resumir la moda flamenca del 2024 (si sigues el sector DEBEN sonarte la mayoría) y que de cara al 2025 puede dejar claro quién se ha quebrado la mente o quien va a hacer lo que se vende sin pararse a pensar si ese es su estilo o no. O si puede coger esa misma idea y, al menos, transformarla.

Rojo porque sí. Empezaremos nuestro análisis por algo que no precisó de ferias o romerías, ya en pasarelas se notaba. Tanto es así que cuando aparecía un traje en ese color a mí me daba por no hacer fotos. Estamos hablando del rojo, un color que funciona tan bien en flamenca que se ha convertido en un síntoma de falta de ideas, en un básico basiquísimo que a veces aparecía como reclamo efectista en pasarela, pero en realidad era un recurso al relleno. Simplemente veíamos un traje rojo con escotes, volantes o mangas que ya tenemos vistas y que no añadían nada al desfile (y cuando digo nada es que a veces parecía el mismo traje que iba pasando de un perchero a otro en el backstage). Parte de esta saturación de rojos se debe al éxito de Alejandro Santizo: el diseñador ha capitalizado tanto este color que en cuanto ves un traje rojo con dos volantes frondosos, o un canastero con cuello a la caja y mangas al puño en el mismo color… piensas en sus flamencas, aunque no estés en su desfile. Y la consecuencia es que al final estás viendo otro traje rojo más. Un traje rojo que será bonito, flamenco y todo lo que quieras, pero al que se le podría haber hecho algo.

Todo al coral. José Hidalgo lleva desde su primer desfile en We Love Flamenco incluyendo el coral, lease como color de los trajes, aplicaciones o complementos. Es uno de los fetiches y seña de su flamenca, pero no ha sido hasta este 2024 cuando ha titulado su colección con el nombre de ese color. Ha tenido, desde luego, el don de la ubicuidad, porque esta temporada ha sido la de regreso de collares o pulseras a primera línea de complementos en flamenca impulsados precisamente por la presencia de piezas en color coral, convirtiéndose en un superventas y en algo que en poco tiempo se ha puesto muy visto.

Diseños de José Joaquín Gil, Manuela Macías y José Raposo

Perforando el blanco. En 2022 mencioné en un post sobre los colores de la temporada como el blanco había dado en pasarelas muy buenas imágenes y composiciones, robando bastante la atención en varias colecciones. Si a eso le añadimos la recuperación de los tejidos perforados y lo mezclamos con otras cosas que señalamos en esta recopilación (mantoncillos, coral, lazos, etc), nos queda otro de los top ventas de este año y con él una predicción: vamos a ver muchísimo blanco perforado en colecciones rocieras. Mark my words.

Diseños de José Paco, Pedro Bejar y Verónica De la Vega

Esa flor de la que usted me habla. Atención, consejo: si una técnica o un patrón ha sido desarrollado en cursos de perfeccionamiento durante este año… Descártala. O prepárate a verla y a que haya comparaciones. En 2024 vimos como en algunos desfiles aparecieron rosas de tamaño maxi, generalmente en escotes o partes de arriba, como alternativa a volantes u otras ideas que dieran protagonismo a la mitad superior de los trajes. Teniendo en cuenta que además las dos primeras pasarelas se solaparon y se sucedieron en 9 días consecutivos, es complicado decir si fue antes el huevo o la gallina, pero ahí estuvieron como ejemplo de que a veces hay varias mentes con la misma idea.

Diseños de Juan Manolo, Alejandro Andana y El Ajolí

Tri-Lazo. No solo en formación, también de la moda convencional se tomas ideas que pasan a flamenca, y flamenquean hasta ser hijas de su tiempo. El cinturón de flores pasó de invitada a flamenca en 2016, el canotier lo hizo un par de años antes y ahora ha sido el turno de los tres lazos en el escote o busto del traje de flamenca. Como decíamos en el párrafo anterior es otro ejemplo de tendencias que, en un determinado año, marcan o identifican a un traje en un tiempo determinado. Y una cosa: esta idea en pasarela en 2025 ya a va a sonar a que has llegado tarde.

Diseños de Anguas Ruiz. Fotografía (izquierda y derecha): Juan Valladares

Tu volante me suena. No solo en formación o en moda conven… Bueno, ya sabéis. Otra de las ideas que se enmarcan en las últimas temporadas de flamenca y que tiene un referente directo es el volante a un lado del escote. Quienes conocéis la trayectoria de Anguas Ruiz sabréis que este duo de diseñadores acostumbra a poner volantes generosos en escotes u hombros, dejando en cada colección al menos un diseño donde un gran volante recorre la mitad del escote. Una idea que les funciona bastante bien, que saben manejar, y que ellos mismos habrán visto ya de todas las maneras. Y que si usted se preguntaba de dónde salía eso que tanto se veía en Instagram, aquí se lo aclaramos.

Diseños de Luisa Pérez, Rocío Peralta y Pilar Vera

Mantoncillo, la prueba del algodón. Hace años un diseñador me decía: tengo miedo de ver qué pasa cuando lo que yo hago y me gusta hacer se vea desfasado. Él lo tenía claro, pero la moda flamenca está llena de firmas que van dando bandazos adaptando su estilo a lo que se lleva sin tan siquiera añadir algo de identidad propia a la tendencia. Y en 2024 se ha visto tanto la idea de meter mantoncillos que hemos comprobado como algunas firmas, que venían de apuntarse a la moda de meter 200 metros de organdí en faldas, ahora de repente hacen trajes sencillos y ponen mantoncillo. Algunas de ellas desdibujando por completo su camino recorrido en los últimos años. Es obvio que tras unos años de cuerpos entallados, tejidos poco flamencos y combinaciones de todo tipo, vengan ahora a imponerse de nuevo lo de siempre. Y en ese lo de siempre, es preferible mil veces antes la honestidad de una Rocío Peralta, una Luisa Pérez, un El Ajolí, una Delia Núñez o una Pilar Vera, que se han mantenido fieles a sí mismas en estos años de volúmenes y demás ideas, antes que quienes hace dos años jugaban a ir de arriesgados y ahora de repente les ha dado un ataque de clasicismo y ponen mantoncillo donde antes todo era escotazos y patrones imposibles.

Es así de sencillo, para ver lo clásico ya están los clásicos. Y parece que habrá quienes tras años en la cárcel del barco pirata mirando a los de enfrente, ahora parece que dirigen su mirada a quienes siempre han estado en medio. Veremos qué sale de ahí (y si sacamos algo).